Un gran artista es como una higuera cuyas raíces se hunden a cien pies bajo tierra, en busca de hojas de té, cenizas y zapatos viejos. El arte producido directamente por la comunidad jamás podrá tener la misma calidad retraída que el que brota de la soledad del artista. Pues éste posee la integridad y el júbilo interior que sólo pueden dar la ausencia de un público y las fuentes prístinas de la vida inconsciente. no se puede servir a la vez a la belleza y a la fuerza. El poder es esencialmente estúpido, ha dicho Flaubert. Un hombre público no puede ser un artista, y ningún artista podrá ser un hombre público a menos que su obra esté ya cumplida.
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