Era allí, en el reino de las pequeñas cosas, donde se notaba cuándo una pareja estaba bien avenida o no.
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Era allí, en el reino de las pequeñas cosas, donde se notaba cuándo una pareja estaba bien avenida o no.
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Sí, señor juez, ese tipo corpulento se arrojó sobre mí y tropezó... resbaló y se cayó de espaldas con tan mala suerte que su pobre cráneo se golpeó contra el frigorífico... y así hasta veinticinco veces, señor juez. |
Jamás te burles de la gente que está muy mal a nivel psicológico. Porque la vida da muchas vueltas, y nunca sabrás cuándo podría tocarte a ti estar sufriendo en silencio al otro lado de la línea.
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Ella creía que las sirenas eran exclusivamente unas chicas en topless (o con conchas marinas pudorosamente colocadas para tapar sus vergüenzas), con escamas y cola de pez.
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Aún no es un hogar... Para que un lugar adquiera ese estatus hacen falta años. Y cariño. Y cosas inolvidables que te puedan pasar dentro. Un conjunto de paredes no se convierte en hogar así, de buenas a primeras.
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... A menos que aquel inocente pueblo fuera como el de la película Terciopelo Azul, un lugar idílico en la superfície pero más podrido que un cadáver con necrosis de cien años en cuanto se empezaba a escarbar. El sitio perfecto al que le gustaría venirse a vivir a David Lynch.
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Hay una cualidad que define al Destino, es su capacidad para eludir los planes mejor concebidos y obligar a las personas a amoldarse a sus caprichos.
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¿Qué medida tomó el profesor Snape para proteger la Piedra Filosofal?