He Oído A Los Mares Gritar Mi Nombre de Víctor Conde
Sí, señor juez, ese tipo corpulento se arrojó sobre mí y tropezó... resbaló y se cayó de espaldas con tan mala suerte que su pobre cráneo se golpeó contra el frigorífico... y así hasta veinticinco veces, señor juez. |