Tercera entrega en formato novela del más famoso detective y su compañero de aventuras. En este caso, se presenta un asunto “sobrenatural” y la mayor parte de la historia está sustentada sobre la figura de Watson, aunque Sherlock llega en el momento adecuado para desenredar y esclarecer el misterio. Los dos al unirse resuelven todo de una manera única y perfecta, y es que las teorías de Watson tenían tanta importancia como las del propio Sherlock. El último capítulo, como en otras novelas, es exclusivamente para explicar el contexto; la historia del asesino, sus motivaciones, su vida y sus pasos hasta llegar al punto de cometer el delito que nos llevó a esta aventura. Le tengo un gran aprecio a este libro pues fue una lectura obligatoria de secundaria pero, al contrario que el resto que me aburrían o no me atraían a esa edad e hicieron que aborreciera la lectura, éste me engancho desde el principio y consiguió que me interesará seguir leyendo y descubriendo este y otros mundos literarios. Sin duda alguna hacerse fan de Doyle y su Sherlock Holmes, un personaje tan repelente como atrayente, es inevitable, una vez que has comenzado a leer sus libros, no quieres parar. La narración y escritura es elegante y te atrapa de una manera impresionante en todo momento. |