𝓛𝓸𝓼 𝓼𝓮𝓬𝓻𝓮𝓽𝓸𝓼 𝓼𝓸𝓷 𝓪𝓻𝓶𝓪𝓼 𝓶𝓸𝓻𝓽𝓪𝓵𝓮𝓼
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𝓛𝓸𝓼 𝓼𝓮𝓬𝓻𝓮𝓽𝓸𝓼 𝓼𝓸𝓷 𝓪𝓻𝓶𝓪𝓼 𝓶𝓸𝓻𝓽𝓪𝓵𝓮𝓼
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Pero Dios sabe que no quiero a nadie excepto a ti. Ni siquiera quiero querer a nadie que no seas tu
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Mientras recuerde lo que sentí al amarte, siempre me sentiré como si estuviera vivo.
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Podías haber tenido cualquier otra cosa en el mundo, y me pediste a mí.
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Hacer lo correcto porque quieres a alguien es un fastidio a veces.
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Con las manos tomadas como niños de un cuento, se durmió junto a él en la oscuridad.
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Y no podría amarte como lo hago sí no fuera al menos un poquito humano. Porque los demonios desean, pero no aman. Y yo...
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El amor nos vuelve mentirosos.
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Te amo, y te amaré hasta que muera, y si hay una vida después de ésta, te amaré también entonces.
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El amor no te volvía débil, te volvía más fuerte que cualquiera que hubiera conocido nunca
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Es un cuerpo creado a partir de la unión de distintas partes de cadáveres diseccionados, escrito por Mary Shelley a partir del reto literario de Lord Byron.