"Eran la misma persona con dos corazones y dos cabezas; y esos corazones y esas cabezas se volvían apasionadamente el uno hacia el otro, el uno contra el otro, hasta arder en una única hoguera."
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"Eran la misma persona con dos corazones y dos cabezas; y esos corazones y esas cabezas se volvían apasionadamente el uno hacia el otro, el uno contra el otro, hasta arder en una única hoguera."
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Acerca de esa historia de amor, no estoy seguro de nada. Como le dijo Jozan a Nancy Milford, los Fitzgerald eran ambos mitómanos y mentirosos: Aquel par necesitaba el drama, los dos lo inventaban y tal vez eran víctimas de su inestable y un tanto morbosa imaginación.
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En 1930, cuando casi todo estaba perdido, Fitzgerald imaginaba todavía que era Balzac o un imitador suyo, cuando le decía a su madre que todos los hombres de talento siempre han gastado el dinero a espuertas
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Fitzgerald bebía para vencer el complejo de inferioridad e inseguridad que siempre lo habían torturado, y que ningún éxito o triunfo, ni siquiera el más clamoroso, aplacaría jamás.
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Como le dijo a su hija muchos años después, "escribir bien es en todo caso nadar bajo el agua y contener la respiración"
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Fitzgerald se consideraba un artista enormemente frágil. Como único tesoro, poseía el material de su propia existencia: había olvidado que su don era la capacidad que tenía de metamorfosearse, la única que salva a un escritor. Él creía que si Zelda escribía también sobre su vida en común, era como si lo desposeyera, le usurpara algo, lo despojara y lo redujese a la impotencia...
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De ese modo, el arte de gustar no tardó en transformarse para él en una terrible obsesión.
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Pero fue precisamente Fitzgerald quien comprendió a su mujer como nadie, el que pronunció las palabras acertadas. El 7 de diciembre de 1940, unos días antes de morir, le escribió a su hija: Los enfermos mentales son simples invitados en la tierra, eternos extranjeros que llevan consigo decálogos rotos que no saben leer.
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¿Cuántas novelas hay en la serie Harry Potter?