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Honestamente no sé qué más podría decir sobre Agatha Christie que no hubiera dicho ya antes, cada vez que me leo uno de sus libros e intento reseñarlos me da vergüenza lo mucho que me repito, pero es que se me han acabado los epítetos halagadores. Lo que si voy a decir es que de los libros que he leído este sin duda se va al Top 10, es una historia magnifica, no solo porque, como siempre, se nos ha planteado un enigma interesante, un misterio por resolver de esos jugosos y que uno quiere siempre entender como si pudiéramos tener las células grises que tiene Hercules Poirot. Lo que me ha llamado la atención ha sido la actitud tan derrotista de Poirot, por supuesto no he leído ni el 10% de los libros de Christie, pero al menos hasta el momento, siempre me he encontrado a un Poirot seguro de sí mismo y de su inteligencia, con un ego que no le cabe en su cuerpo y siempre con la seguridad de por dónde van los tiros, por supuesto nunca comparte sus deducciones si no hasta el final, pero en este caso, el pobre Poirot estaba tan perdido que daba lástima el pobre. Sin embargo, por supuesto su inteligencia no decepciona nunca y como siempre termina por desenmarañar todo el enredo. Por otro lado, esta historia, tal vez por el mismo derrotismo de Poirot no ha tenido ese tono, a veces jocoso que Christie siempre imprime en su estilo y que invariablemente me saca mis risas, llegado un momento, pensé que en esta ocasión me quedaría sin su sentido del humor, pero no ha sido así, ella no iba a terminar esta historia sin sacarnos una buena sonrisa y eso me ha encantado. Nada más que decir Agatha es única, maravillosa y definitivamente la reina de este género, dudo mucho que me encuentre alguna vez otro escritor que le llegue o la destrone. |
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