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Crítica de Inquilinas_Netherfield


Inquilinas_Netherfield
08 February 2024
Hoy os traigo el segundo libro publicado en 1940 por Agatha Christie, titulado La muerte visita al dentista, que estoy segura de que será el sueño secreto de muchos sufridos habituales a las consultas de estos profesionales (conozco gente que prefiere que le abran a corazón abierto a que le toquen los dientes, y no es broma), pero la cosa no es lo que parece y al final la consulta de este insigne dentista es casi una excusa para todo lo que esconde este libro... pero no me adelanto.

La historia comienza con capítulos muy breves donde no solo nos presentan al dentista del título, el señor Morley (a quien se le avecina un día muy ajetreado), sino a varias de las personas que acudirán a su consulta como pacientes a lo largo de la mañana. Uno de ellos es, como no podía ser menos, Hércules Poirot. Afortunadamente no le ocurre nada (si le doliese una muela estaría insoportable), solo va a hacerse su revisión semestral, pero allí coincide con varios personajes que luego serán de vital importancia cuando le llamen varias horas más tarde diciéndole que su dentista ha muerto poco después de atenderle a él.

Y a partir de aquí no sé qué contaros, porque esto empieza con la muerte del dentista (se dice que se ha suicidado, luego se demuestra que la opción más probable es la del asesinato), pero conforme se empiezan a desplegar las identidades de los sospechosos, sus declaraciones, si son quienes dicen que son, si se dan a conocer bajo un nombre falso, si estaban allí realmente para una consulta médica, si iban con otros motivos ocultos, si se movieron por el edificio de una manera que denota que hicieron algo más que entrar y salir de la consulta, si tienen algo contra el dentista, si el dentista estaba metido en algún asunto cuestionable... se empieza a liar la madeja de tal manera que llega un punto que no se sabe qué pinta el pobre señor Morley en todo esto, por qué lo han asesinado y qué hay detrás de tanto batiburrillo de historias por verificar y comprobar. Porque además no será la única muerte del libro, y también desaparecerá gente y... en fin, que solo os digo que esto empieza con un asesinato en la consulta de un dentista y acaba por unos derroteros que difícilmente se ven venir.

Es tan compleja la verdad que se esconde tras estas muertes que el pobre Poirot se cuestiona si estará perdiendo facultades, y eso, en boca de Poirot, es muy grave. ¡Él es infalible, un dios de las células grises! Y encima anda por ahí mezclado uno de esos hombres que acumulan tanto poder y tienen tanta influencia en el devenir político de su país que hasta el Ministerio de Asuntos Exteriores mete la zarpa en las pesquisas. En fin, que Agatha Christie decidió complicar un poco las cosas, porque además se va introduciendo en la trama una vertiente política que afecta al Reino Unido en particular y a Europa en general (recordemos que cuando se publicó la novela acababa de estallar la Segunda Guerra Mundial). Eso sí, para aligerar la tensión tenemos al inspector Japp sin enterarse de nada, como siempre, y al bueno de Jorge (George para sus padres cuando le pusieron nombre y antes de pasar por las garras de los traductores de Molino), el mayordomo de nuestro detective belga, realizando una labor impecable sin alterar el gesto, como debe ser.

Por cierto, os comento tres cosillas. Aunque no tiene ninguna relevancia en la trama, Agatha volvió a usar una canción en este libro. Si en Y no quedó ninguno/Diez negritos, usó la letra de la canción para escenificar los asesinatos, aquí usa las estrofas de una rima inglesa infantil que data del siglo XIX para dar título a cada uno de los diez capítulos (sin que aparentemente influyan en la trama... o yo no me he percatado de ello). Otra es que este libro, como solía pasar con muchos títulos de la Christie, se tituló de una manera en UK cuando se publicó, y de otra en USA cuando se publicó allí (de hecho la edición de bolsillo norteamericana conoció hasta un tercer título diferente). Aunque en mi edición consta como título original el usamericano, yo he puesto arriba el original de la edición inglesa, que es la primera estrofa de la rima que os comentaba antes y que destripa mucho menos que el título yanqui. de hecho el título americano me parece un spoiler como una casa porque desvela algo que se descubre cuando ya está muy avanzada la trama. Caprichos de editores. Y la tercera cosa: os hablaba arriba del inspector Japp... pues esta fue su última aparición literaria. Primero Hastings y ahora Japp... poco a poco se van despidiendo los companions de Poirot, mientras él, que empezó ya jubilado en la primera novela, aquí sigue infatigable y lo que le queda (esto ha sido tema de debate para los detractores de Poirot, porque este hombre debía tener ciento diez años en su última novela, pero es un tema del que no compete hablar aquí).

Y después de todo esto, que os interesará poco menos que nada, me despido por hoy. Ya sabéis que cuando hablo de estos libros no comento absolutamente nada de la investigación y son muchas entradas al año sobre la autora, así que no quiero aburriros. Eso sí, por si os sirve de dato, acabo de contarlas y con esta son ya 36 las reseñas en este reto. Me queda mucho por delante, pero ya he recorrido un buen trecho del camino.


Enlace: https://inquilinasnetherfiel..
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