Pues me ha decepcionado. Llevo más de cuarenta años leyendo a Agatha Christie y nunca había encontrado en sus novelas una trampa, un engaño premeditado al lector, no me refiero a las mentiras que los personajes puedan emplear en las investigaciones, algo totalmente lícito en una trama detectivesca. Me refiero a que la autora describa una acción falsa, un momento que no ha sucedido como si estuviera ocurriendo y así exculpar al asesin@. Muy poco digno de la autora de Diez negritos o El asesinato de Roger Ackroyd, obras maestras de la peripecia criminal y el desenlace. Esto no me impedirá seguir leyendo sus novelas, pero El misterio de Sittaford irá directamente al contenedor... |