Siempre es un placer leer y releer a Agatha Christie. Diez negritos Agatha Christie Diez negritos se fueron a cenar; uno se asfixió y quedaron nueve. Publicada en 1939, esta es una de las novelas más famosas de la autora y también la más vendida. Nueve negritos estuvieron despiertos hasta muy tarde; uno se quedó dormido y entonces quedaron ocho. Diez personas se reunen en una mansión construida en la isla del Negro. No se conocen entre ellos, tampoco saben quién los invitó. Las muertes comienzan a sucederse siguiendo el ritmo de una canción infantil. Ocho negritos viajaron por Devon; uno dijo que se quedaría allí y quedaron siete. El misterio se nos presenta desde las primeras páginas y la tensión va aumentando conforme avanza la trama. La desesperación y el miedo de los personajes se transmiten al lector que no puede soltar el libro. Siete negritos cortaron leña; uno se cortó en dos y quedaron seis. Sin ser una obra moralizante es imposible concluir sin quedarse reflexionando sobre la justicia humana y divina. Seis negritos jugaron con una colmena; una abeja picó a uno de ellos y quedaron cinco. No me asombra que esta canción haya inspirado una trama de crímenes, es lo mejor que puede hacerse con ella, en lugar de cantársela a un niño. Cinco negritos estudiaron Derecho; uno se hizo magistrado y quedaron cuatro. Como siempre, Agatha nos deja crear teorías para mostrarnos a cada paso nuestra poca capacidad detectivesca, Cuatro negritos fueron al mar; un arenque rojo se tragó a uno y quedaron tres. El final es tan fascinante como asombroso. Tres negritos pasearon por el zoo; un gran oso atacó a uno y quedaron dos. Con toda justicia se la considera una pieza maestra del suspenso. Dos negritos se sentaron al sol; uno de ellos se tostó y solo quedó uno. Es una obra que no me canso de recomendar. Un negrito quedó solo; se ahorcó y no quedó ninguno. |