La Tierra de las Puertas: Vol. IV

Continuamos nuestras andanzas por los mundos de esta obra de fantasía que nos lleva a conocer mejor los mundos de la tierra de las puertas. En esta ocasión, no tendremos un solo núcleo de protagonistas, sino que divididos, como se nos explicó en el tercer tomo de la saga, encontrarán nuevos aliados que les ayuden a parar a Skrár, el poseedor de almas, en su conquista.
Sin embargo, al igual que la facción de la luz, los aliados de la oscuridad no se han estado quietos y, si bien sus planes no terminan de darse como ellos quieres, no dudarán en masacras de la manera más terrible a aquellos que se interpongan en su camino. La lucha entre la luz y la oscuridad continúa.
La inminencia
Alejados de la parte más reflexiva de la anterior entrega, lo que impregnará las páginas de esta cuarta entrega será la sensación de guerra inminente. Nuestros protagonistas correrán acelerados por los mundos, bien con la misión de salvar a un miembro del grupo, bien con la intención de conseguir evacuar a las razas que quedan en sus respectivas tierras a la tierra de Néden, donde Gea está acogiendo a todos para prepararse para la gran batalla final.
Esta gran batalla no solo se deja ver en los preparativos que realizan los personajes, sino que ya sí entramos en acción con conflictos aislados entre los dos ejércitos. Aislados que no con poco peso, ya que en cada uno de los enfrentamientos nos adentraremos en qué son capaces de hacer los agentes de la oscuridad y qué sacrificios tendrán que realizar los pertenecientes a la luz.
Asimismo, no solo jugaremos con lo tangible. En esta nueva entrega se nos plantea el problema de la naturaleza de los diferentes seres, pudiendo ser esta atacada en cualquier momento, lo que provocará en nuestros protagonistas la obligación de tener que resistir las tentaciones que se presenten, así como las ideas obsesivas que pueden impulsarles a tomar la decisión equivocada. Además, otros planos y dimensiones se nos presentan en este nuevo tomo y supondrán plazas cruciales para lo que está por venir.
Aquello que no cambia
La historia continúa, nos encontramos nuevas tensiones, personajes antiguos, nuevos, pero seguiremos contando con las bases de lo que nos enganchó en el primer libro. En primer lugar, el elenco de personajes, con más o menos acción en esta cuarta entrega, pero que ahí está. Por otro lado, las nuevas incorporaciones encontrarán su espacio para desarrollarse, de manera que ninguno pisará a otro, lo cual se agradece, teniendo en cuenta la cantidad de personajes y razas que tenemos que manejar a estas alturas.
Además, el estilo de la autora sigue siendo sencillo y fácil de entender, no peca de excesivamente dramática, aunque eso no quita que tengamos escenas escalofriantes (estoy recordando una de una laberinto). El perfil plírico de la anterior entrega aquí se deja para momentos puntuales, ya que la guerra lo que pide es inmediatez y claridad. Asimismo, sí que recomendaría a Alma una revisión, porque hay algunos errores ortotípográficos que se pueden solucionar fácilmente.
Buen ritmo
La verdad es que la historia está interesante y llevamos tanto tiempo con estos personajes que lo que queremos saber es que les va a ir bien. También es cierto que Alma nos deja la entrega en un momento muy interesante, a las puertas del mundo onírico, con lo que parece que la siguiente entrega tendrá un desarrollo muy especial.
Es una saga que os recomiendo si os apetece leer fantasía sin mucha complicación en el estilo, aunque sí con muchos jaleos en la trama. Como ya he dicho, los personajes nos tocan la fibra y conseguimos empatizar mucho con ellos. Eso sí, si queremos enterarnos, tenemos que empezar por el principio, así que os animo a lanzaros a La tierra de las puertas. Vol. I si todavía nos lo habéis hecho. Espero que os guste.

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