No fue cosa vuestra, y ahora, ya es cosa del pasado. Se acabo eso de hacerle daño a la gente ¿Me oís? A nadie más.
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No fue cosa vuestra, y ahora, ya es cosa del pasado. Se acabo eso de hacerle daño a la gente ¿Me oís? A nadie más.
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-Majestad, ya me habéis dado todo lo que quería -contestó Mort-. Sois la reina con la que todo bibliotecario sueña.
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Su hospital está en el fondo del río. El río es un cementerio de huesos. Lo he seguido y he visto el monstruo que es. Debo llevarme a Amerina pronto.
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No creo que seas consiente de tu posición de privilegio ni de lo insignificante que soy yo en comparación. Estás tan por encima de mi que ni siquiera puedes verme. No tienes ni idea de lo que has hecho.
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Preguntárselo seria una crueldad imperdonable. pero ¿Cómo voy a ayudar a nadie si no entiendo que fue lo que ocurrió durante el reinado de mi padre? ¿No ves que necesito averiguar la verdad!
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Me preocupa la reina. Confío en que sea una buscadora de la verdad, pero, si con ello se convierte en el blanco de alguien, espero que no lo sea.
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Cuanto más veo y oigo, más consiente soy de todo lo que no sé. Quiero saberlo todo.
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Mamá, no estoy segura de por qué voy a hacer esto. Siento que me falta algo. ¿No lo ves? Me paso los días en esta torre tras montañas de papeles. Tiene que haber algomás ahí fuera. Lo entiendes ¿no?
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-Las verdades son peligrosas -le respondió. -Entonces, ¿por qué las pones por escrito en un libro? -Para atraparlas entre las páginas antes de que desaparezcan-contestó Teddy. -Y, si son peligrosas, ¿por qué no dejas que desaparezcan? -Porque, cuando la verdad desaparece, deja lagunas, y son igual de peligrosas. |
¿Quién escribió la saga?