Este libro es tremendo en todos los sentidos. Tremendo en las descripciones (el escritor es un detallista nato), tremendo en cuanto a los personajes y, lo mejor o, según se mire, lo peor, tremendo en cuanto a la dureza de la historia que cuenta. No me gustan las historias duras, pues este mes he leído dos (como dice el refrán, si no quieres caldo toma dos tazas). Uno es éste y el otro “Ensayo sobre la ceguera” de José Saramago. El otro lo comentaré en su momento y lugar. Sobre Intemperie decir que ya el comienzo te deja encogida por el niño, por lo que tu cabeza da de vueltas para saber qué le habrá pasado para que actúe así. No os digo más, es un libro duro y bueno a partes iguales. Pero también os digo que la película no creo que la vea, con el libro he tenido más que suficiente.
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