Siempre fiel

-Gracias por el vino. Estaba muy rico.
-Tengo muchas botellas.
-Y yo mucha azúcar.
-En ese caso, estaremos en contacto.

Tú no eres la única que no quiere que vuelvan a hacerle daño otra vez.

-Eres una fuente constante de problemas, Melinda. Supe que lo serías desde el primer momento.
-Eso le mantiene joven -respondió Mel con cansancio. sancio.
-En eso tienes razón. Pero piensa que estás dejando agotado al pobre Jack.

Jack tiene órdenes estrictas de no volver a dejarme me embarazada sin mi permiso.

-¿Jack?
-¿Sí, pequeña?
-Si vuelves a dejarme embarazada sin mi permiso, eres hombre muerto...
-Claro, cariño. Tendré cuidado...
-Y diles a todos ésos que están ahí fuera, que como me ensucien la casa me las pagarán. ¿Me has oído? ¡Me las pagarán!
-Sí, te he oído -contestó Jack con una sonrisa.

La vida es demasiado corta como para sufrir de forma innecesaria.

-Jack Sheridan, jamás he conocido a nadie tan retorcido.

-Vamos a necesitar mucha más cerveza.

Paul Haggerty por fin estaba de vuelta en Grants Pass tras haber pasado casi seis meses en Virgin River y sentía una presión en el pecho que nada conseguía aliviar. Aquellos seis meses habían sido un infierno.