Vlad

"Una chimenea encendida de día y de noche, aunque hiciese calor, como si el frío fuese un estado de ánimo."

Mi primera lectura de Carlos Fuentes me ha dejado muy buenas sensaciones, y eso que su VLAD es una reinvención moderna y ambientada en México de una de mis novelas favoritas por excelencia. Escrito de una manera elegante y de prosa excelente, en primera persona, se acerca al estilo narrativo de Bram Stoker, con su carácter romántico lejos de ideas progresistas que han inundado la literatura vampírica con éxito de ventas pero de dudosa calidad.

El autor plasma y enfrenta la política, burocracia y corrupción que campa en el ámbito gubernamental de forma entendible universalmente, creando matices sociales y enfocándolos en una perspectiva mundana, creíble, de muerte y recuerdo. Fuentes toma prestada toda la columna narrativa de Drácula, en realidad, es una historia que aporta poco hasta sus últimas páginas que escapa a la obra del irlandés y crea un universo igual de desconcertante.

Muy buena reinvención del vampiro por Carlos Fuentes, se degusta rápido gracias a su exquisita narrativa, juega con la sátira y profundiza en aspectos sociales reales, y conocemos a personajes con matices, arraigados a la muerte y al olvido. El vampiro clásico, romántico, que tiene cero empatía por su presa, el empalador espiritual. Imágenes atroces y opresivas permanecerán en nuestra memoria, el desconcierto planea hasta el final...