Descubrió que escribir sana, que libera los recuerdos que alteran la mente.
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Descubrió que escribir sana, que libera los recuerdos que alteran la mente.
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Pero una mirada de dos segundos entre dos desconocidos que se desean es una eternidad
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Y pensó en el consejo de Walter Korman: «La verdad siempre acaba saliendo. Díselo, pide perdón y libérate. Si te quiere, sabrá perdonarte. Aunque no va a ser fácil, Ga briela. Lo que viene después de una infidelidad no es nada fácil».
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No puedo darte lo que me pides. No quiero dártelo.. Esta historia es intensa, divertida, me encanta estar aquí contigo. Y podemos estar así siempre.
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Pero una mirada de dos segundos entre dos desconocidos que se desean es una eternidad.
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Quizá, como explicaba el psicólogo y ensayista suizo Carl Gustav Jung, no existe la casualidad, sino la sincronicidad entre almas, cuerpos, personas y acontecimientos, y lo que se nos presenta como azar surge a veces de algún lugar profundo. Muy profundo.
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Una mentira repetida mil veces se convierte en verdad
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En la vida tendría que existir la elipsis
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... al escritor le cuesta desprenderse de sus personajes, porque los quiere. Los ha moldeado como él ha querido, dotándolos de una personalidad propia, de un físico elegido. Durante uno, dos, tres, cuatro, cinco años de su vida. Vive en la esquizofrenia y entre dos mundos: el suyo propio y el de sus personajes. Y si el escritor no se cree la historia que crea, no la vive, no goza con ella, no llora con ella, no ríe con ella, no siente el placer y dolor de su alter ego, nunca será capaz de persuadir al que la lee. Por todo eso cuesta tanto enterrar a tu personaje. Matarlo. Matar ese mundo que ya no pertenece al escritor sino al lector, y empezar un mundo nuevo.
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¿Quién escribió la saga?