Eres la persona más fuerte que he conocido, Cástor Aquileo, y no lo digo porque fueras el que más rápido corría o el que más fuerte pegaba. Lo digo porque cuando caías al suelo, siempre te esforzabas para volver a levantarte. Eso es lo que tienes que hacer ahora. Deja tus sentimientos en la lona y levántate.
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