Lore

-Tu honor resultaría adorable si no fuera tan absurdo -le dijo Lore-. ¿El instinto de supervivencia fue lo primero que perdiste junto a la humanidad? ¿O fue el sentido común? Esta ciudad no ha cambiado mucho desde que te fuiste. Lo sabes mejor que la mayoria de los cazadores que pululan por ahí. Lo más seguro es esconderse y esperar durante las próximas cinco noches, o ver si puedes llegar a uno de los distritos periféricos. No es la opción ideal, pero al menos no tendrías que defenderte constantemente en dos frentes. Lo último que necesitas es quedarte aquí y morir por una casa que no te respeta...

Hay que sobrevivir para poder luchar otro día

Cuando no podemos cambiar el pasado, lo único que queda es seguir avanzando.

- SI estamos equivocados con tu inmortalidad y terminan abatiendote -susurró-, esperame en la laguna oscura. Te llevaré a casa.
- El mismísimo Hades me mandaría de vuelta si supiera que vas a venir a buscarme -le dijo Cástor-. Y que yo lucharía con todas mis fuerzas para reunirme contigo.

Aunque el rencor podía seguir alimentandose durante siglos, los recuerdos de desvanecían con el paso de los años

Lo que trasciende no siempre es la verdad, sino las historias que queremos creer.

La pluma que se desprende de un ala no está perdida, es libre.

El poder no te transforma, solo revela tu verdadero ser.

Las cicatrices son una crónica de las batallas a las que has sobrevivido.

Hay personas tan acostumbradas a contemplar la vida desde el borde de su jaula que dejan de ver los barrotes —continuó él—. Yo no me he olvidado de ellos, simplemente he aprendido a vivir en cautiverio siguiendo mis propias reglas. No… no permitas que tu amigo se quede atrapado aquí dentro, junto con el resto de nosotros.