Diario de un librero

Una lectura que hice ya hace algunos años pero, me gustó y, además siempre me atrae mucho leer aquellos libros que nos presentan librerías, libros, bibliotecas y lectores y este libro es uno de ellos.

Por tanto, lo traigo aquí, hacía tiempo que no reseñaba sobre este tema y he decidido que ya me toca lo de escribir sobre librería y libros.

Y es que es una de nuestras pasiones, esta reseña, por tanto, está dedicado a todos los lectores de esta inmensa librería que es Babelio y en la que compartimos nuestros intereses lectores.

Aunque he leído las reseñas y he visto que no ha sido muy bien valorado. Entiendo y supongo que es porque realmente, nos da detalles de muchos aspectos relacionados con la gestión de la librería con detenimiento, así como del día a día sobre las entradas y salidas de todos los libros, las recaudaciones, los que se piden, pero a mí me ha parecido que está tratado con humor e ironía y me ha resultado de interés.

Además, es una obra concebida como un Diario en el que Shaun Bythell, el librero de The Book Shop, la librería de viejo que compró en la ciudad de Wigtown, en 2001, una de las librerías más conocidas de Escocia, nos detalla con entradas diarias, todo lo que ocurre en su librería durante un año, desde febrero de 2014 hasta febrero de 2015.

Todo está en el libro. Indica cada día el número de libros pedidos, los libros localizados, los clientes y la recaudación, además de explicar y dar detalles del funcionamiento y la puesta en marcha de un club de lectura que crece cada vez más y como organiza cada año el festival literario de la ciudad y los encuentros con escritores.

Todo es real y todo continua. También encontramos las críticas a las grandes empresas como Amazon por la desaparición de pequeñas editoriales y librerías, que no pueden competir en precios. Bien hecho.

Y sobre todo, y lo más interesante, nos explica lo que ocurre diariamente en su librería, con irónicas y excéntricas anécdotas sobre sus empleadas, como la extravagante Nicky que nunca sigue las indicaciones del librero.
Nos habla de sus clientes y sus preguntas y peticiones.
Extraordinarias curiosidades.

Nos va indicando como se organiza para conseguir los libros, a veces se llena de felicidad cuando encuentra en los lotes de segunda mano, una dedicatoria de Walter Scott, por ejemplo. Y además, nos cuenta sus propias aficiones y sus salidas en su tiempo libre.

Me ha resultado también muy interesante la forma de introducir cada uno de los meses del diario, ya que lo hace con trece fragmentos de George Orwell, pertenecientes a su “Bookshop Memories”, las memorias sobre su experiencia cuando trabajó en una librería, en las que presenta una imagen bastante sarcástica del mundo de las librerías y también de los clientes, publicadas en 1936 y sobre los que Shaun Bytell reflexiona y compara. Geniales.

Es un libro sobre libros, por ello resultan especialmente atractivas para los lectores, las referencias a miles de títulos y autores del fondo que tiene su librería.

Una gran librería con 100.000 volúmenes y dos kilómetros de estanterías. Hay que conocerla.

Experiencias muy interesantes en torno a los libros y a los lectores, que nos ofrece de un modo singular y en un estilo cargado de ironía y humor. Es divertido.

Es un placer para todos los amantes de la lectura, esta vida entre libros de la librería de viejo más grande de Escocia, y acogedoras chimeneas en un bonito pueblo a orillas del mar. ¡Cuánto disfrutaría!

Y algo excepcional, también podemos optar a administrar otra librería, llamada The Open Book cuyo propietario es el mismo Shaun Bythell, que está en la misma calle, durante una semana, hay grandes listas de espera y experiencias alucinantes. Creo que nos encantaría.

También es necesario decir que Shaun Bythell no pretende dar una imagen idílica sobre lo que es regentar una librería , y no duda en describir una realidad mostrando también los momentos duros y malos que tiene su profesión, pero , eso sí, de forma amena y divertida.

Y aunque no sea literariamente, ninguna obra maestra, a mí me ha interesado y gustado, la recomendaría , sobre todos para los que disfrutamos de las librerías.

Pero lo que sí podemos visitar es el pueblo de las librerías y conocer la gran librería The Book Shop y a su librero.

¿Nos vamos a Wigtown?

Es un ensayo y un año en la vida de Shawn Bythell, en el que nos muestra el día a día de llevar una librería de segunda amano. Ha sido ameno, entretenido, con una cantidad de recomendaciones literarias y lugares a los que visitar en Escocia incluyendo la propia librería, anécdotas vivencias y comportamientos narrados con el humor característico escocés

Al principio me parecía lento, monótono, pero he acabado enganchado a la rutina y las vicisitudes de esa pequeña librería, su dueño y los personajes que pasan por allí. Ha calado en mi el mensaje contrario a las grandes plataformas y la defensa del libro físico. Ah, y las preguntas y comentarios de los clientes no tienen desperdicio. El protagonista está enamorado de su profesión y de su entorno, es algo que destila fuertemente en esta obra, casi como el whisky escocés que tanto le gusta...

3,5

Diario de un librero me ha parecido un plato de pasta cocida. Me ha alimentado mucho porque es un tema que me interesa, pero me ha faltado la salsa, el quesito por encima... un poco más de emoción en la forma en la que está narrado. Me ha parecido curioso que Nicky comenzó cayéndome muy bien y fue perdiendo puntos de forma paulatina... mientras que Shaun fue de menos a más y lo he terminado viendo con otros ojos.

Anécdotas con clientes, recomendaciones de títulos "desconocidos", Amazon en el punto de mira y el día a día de una librería de segunda mano conforman un libro ideal para acompañar a otras lecturas con más "enganche".

Este libro en realidad es un ensayo y se trata del diario, durante un año, de Shaun Bythell, que tiene una librería de segunda mano en Wigtown, una localidad muy librera de Escocia. Tanto Shaun como la librería son reales, podéis buscar en internet, y sobre todo en Facebook, donde es más activo.

Al principio me pareció interesante saber cómo funcionaba una librería y cómo se vivía desde dentro, pero pronto el libro se me hizo muy repetitivo: cada día repite las mismas cosas, cuántos pedidos online recibe, cuántos clientes entran a la librería, cuánto dinero gana. Si su ayudante ha ido a trabajar ese día lo dice, siempre con la misma frase monótona. Quitando algunas anécdotas puntuales, me resultó aburrido. La mayoría de libros de los que habla son desconocidos o muy especializados, algunos directamente extravagantes. Además, el librero tiene un sentido del humor muy ácido que me es difícil compartir. Como curiosidad está bien leerlo, o si os interesa mucho el tema.

Sí que recomiendo echar un ojo a la página de Facebook de la librería porque en vivo gana bastante, he visto vídeos que sube o una entrevista y me ha parecido más divertido y carismático que mientras lo estaba leyendo. También recomiendo seguir su página a los amantes de los gatos. Y Wigtown me parece un sitio muy interesante para visitar.

Si habéis leído el libro y os ha gustado, estáis de suerte ya que saca una segunda parte dentro de poco: Confesiones de un librero.