Al principio me parecía lento, monótono, pero he acabado enganchado a la rutina y las vicisitudes de esa pequeña librería, su dueño y los personajes que pasan por allí. Ha calado en mi el mensaje contrario a las grandes plataformas y la defensa del libro físico. Ah, y las preguntas y comentarios de los clientes no tienen desperdicio. El protagonista está enamorado de su profesión y de su entorno, es algo que destila fuertemente en esta obra, casi como el whisky escocés que tanto le gusta...
|