El código Da Vinci

Como muchos ya sabréis, este libro es una gran obra. Nunca antes había leído a Dan Brown, (aunque tengo el ejemplar de Ángeles y Demonios); y he de decir que es el mejor libro que he leído este 2022 (hasta el momento) y las ganas que tengo de seguir leyendo a Dan son incalculables.

Esta obra empieza con una llamada que recibe Robert Langdon donde se le comunica que precisan de su presencia debido a un asesinato que se ha cometido en el Louvre, ya que en el escenario del crimen hay unos símbolos y acertijos que tan solo él puede descifrar y buscarle el sentido. Langdon es un profesor de simbología en la Universidad de Harvard. Robert conocerá a Sophie Neveau, criptóloga de la policía, y juntos deberán ir descubriendo los misterios del asesinato de Jacques Saunière. Deberán investigar qué relación tiene con ellos dos y porque los ha escogido específicamente a ellos para que desentrañen el motivo de esa peculiar escena del crimen.

El código Da Vinci es una obra donde los misterios, los acertijos y los asesinatos están siempre presentes. al inicio de leer este libro pensé que era una novela que tenía mucho hype y que quizá eso me jugaría una mala pasada. Otra cosa que me intrigaba cómo enfocaría, era el tema religioso, ya que es un tema peliagudo que es difícil de escribir. La sorpresa me llegó cuando vi que tenía una percepción bastante errónea sobre el libro y sobre su sinopsis. Los temas están bien tratados siempre a través de misterios que deben ser resueltos.

Primero me gustaría hablar de los protagonistas de esta novela. En general creo que Dan los ha sabido plasmar de una forma impecable. Las decisiones que Langdon y Sophie debían de tomar eran en la mayor parte del tiempo premeditadas y nunca tuvieron una actitud de indiferencia, lo que he agradecido debido a que cuando en otras novelas los personajes tienen esta indiferencia en algunas ocasiones me frustra bastante. Los personajes secundarios también me han sorprendido gratamente, porque aunque no lo parezca todos estaban conectados de una forma u otra. No ha hecho falta que el personaje de Robert tuviera una gran evolución (de hecho, para mí es completamente plano), porque la madurez y la notable inteligencia lo hacen un personaje de primera.

El punto más ingenioso para mí ha sido como Brown ha sabido, con un lenguaje muy sencillo y que todo el mundo puede entender, crear una trama tan enrevesada. Además, como he dicho antes, la forma en que nos dice que el cristianismo y la iglesia son una gran mentira me asustaba un poco ya que no sabía cómo iba a plantearlo y si los lectores iban a ofenderse.

Brown ha sabido cómo ir contando la información poco a poco y eso ha sido, para mí, lo que mejor ha hecho ya que no te aburres en ningún momento y te mantiene enganchado. Esto tiene que ver con la duración de los capítulos; los capítulos son cortos pero explosivos y eso es un punto con el que ha sabido jugar. Algo destacable y remarcable es la gran investigación que hay detrás de esta gran obra. El gran número de fechas, de datos, de lugares, de historia y de símbolos han hecho que Dan tuviera una gran faena para él y su obra.

No me extiendo más, este libro sencillamente me ha parecido tan ingenioso que me ha mantenido enganchada durante toda la obra. El sencillo lenguaje, los giros, la polémica y los acertijos me han parecido simplemente asombrosos.