Nadie contra nadie

Otra vez la ficción invadía el terreno en el que más cómoda de siente: el de la realidad, está falsificación en la que vivimos sin enterarnos de la misa la media y por debajo de la cual, como saben, corre, corre que se las pela, corre sin pensar en pararse ante nada y ante nadie, la vida.

entre tanta gente que se asoma a los libros solo para matar el tiempo que nos mata, me gustaba que alguien utilizara la lectura para envidiar experiencias y proponerse a sí mismo la osadía de imitar lo que hiciera el héroe o la heroína de un libro.

...primero tendríamos que establecer los parámetros adecuados para saber de qué hablamos cuando hablamos de conocer.

Occam casi siempre lleva razón pero nos complicamos la vida tratando de convencernos de que la vida y sus hechos deben de ser más complejos de lo que son, de que hay tantas cosas que se nos escapan y en las que reside una recomendación
explicación retorcida que es imposible satisfacerse con la explicación más simple y sensata, que suele además ser la primera que se nos aparece.

[…] el olvido siempre acaba haciendo su trabajo […].

[…] el periodismo está para contar las noticias, no para generarlas […].

el verbo leer tuviera la misma raíz que recolectar, o sea, el que escribe siembra y el que lee recoge el fruto.

Es que me parece que es un buen tema para mí tesis, sobre la necesidad de la ficción... o sea sobre la necesidad de que la ficción sea algo más que ficción y dé el salto a la realidad.

en juego es una función humana tan esencial como la reflexión o en trabajo, y lo estudiaba cómo fenómeno cultural, y por lo tanto complejo, y no como una simple función biológica, habría algo que me sirviera para empezar mi tesis.

Una mentira dicha mil veces se convierte según la ley sociológica en verdad (y en nuestra época no hace falta llegar a números tan redondos: basta repetirla en los lugares adecuados seis o siete veces para que empiece a retirar cambiada si condición de mentira)