Las chicas están bien

Entrenamiento, clases, entrenamiento y vuelta a empezar, así son los días de Martina desde que con tan sólo cuatro años pisó por primera vez un gimnasio. 

Hoy, once años después, su mayor sueño, al igual que el de sus cuatro compañeras de equipo, es competir en las olimpiadas, pero aún necesitan conseguir un billete a ellas y obtener un bien puesto en la próxima competición en Rumanía es clave. 

Cuando llevas tantos años de esfuerzo a tus espaldas, cualquier cosa es válida si el fin es cumplir tus sueños, ¿O no? 

Las chicas están bien es una novela muy cortita, de poco más de doscientas páginas, que nos invita a acompañar a un grupo de cinco gimnastas adolescentes durante una tensa semana de competición, donde cada salto y cada pirueta nos adentran en el día a día de los deportistas de esta disciplina. 

¿Te llama la atención el mundo de los deportistas de élite? Si la respuesta es afirmativa, esta novela te gustará. Desde sus primeras páginas conocemos cómo viven las gimnastas y todos los sacrificios que conlleva querer destacar en el deporte. Además, esta historia nos muestra el lado oscuro de la gimnasia y cómo en algunos casos detrás de cada sonrisa que muestran al jurado se esconden los abusos y vejaciones que sufren a diario. 

En cambio, si lo que buscas en esta lectura es un thriller siento decirte que es posible que te lleves una pequeña decepción, en mi opinión tiene poco de thriller, le falta emoción, intriga y suspense y las partes que podrían considerarse "de thriller" para mi gusto están "metidas con calzador".

Respecto a los personajes, la autora logra crear una división clara entre aquellos que resultan antipáticos, crueles y egocéntricos y aquellos que logran ganarse un poco más nuestro cariño. Aunque ninguno de los personajes ha llegado a conquistarme, Martina ha sido mi favorita. 

Como punto positivo de esta historia me gustaría destacar la ambientación, en todo momento he sentido la tensión y competitividad de las gimnastas y eso me ha gustado mucho. Sin embargo, la trama me ha resultado simple y predecible. 

Con esta novela nos adentramos en el fascinante y, a la vez, peligroso mundo de las gimnasta de élite. Ese mundo en el que debe haber mucho compañerismo a la par que rivalidad porque todas aspiran a ser la mejor.

Muchos documentales y entrevistas he visto en distintas ocasiones de gimnastas ya retiradas. Generalmente cuentan todo el calvario por el que pasan para superar una competencia tras otra, pero en este libro todo va mucho más allá. de la mano de nuestra protagonista nos adentramos en los entresijos que hay antes de cada competición con el fin de llegar a las olimpiadas. Página tras página nos va narrando el trato entre compañeras, las envidias, el hambre que padecen porque tienen que estar extremadamente delgadas y, como no, los abusos por parte de los entrenadores, fisioterapeutas y todo el personal que forman el acompañamiento del equipo.

Me ha resultado una lectura adictiva desde el primer capítulo. El lenguaje tan coloquial y la forma de narrar ha hecho que apenas me separe de este libro hasta que lo he acabado. Me hubiese gustado que el final se alargase un poco más, un desenlace diferente, pero no es una queja porque igualmente me ha gustado mucho que la autora deje detalles en el aire y que el lector se forme en su cabeza su propio final.