Cuando Saul muere, Simon está en clase de física, dibujando
círculos concéntricos que se supone que representan las capas
de electrones, pero que no significan nada para él. Con sus fantasías
y su dislexia, nunca ha sido un buen estudiante, y se le escapa
el propósito de la capa de electrones, la órbita que gira alrededor
del núcleo de un átomo. En ese momento, su padre se
dobla hacia delante en el paso de peatones de la calle Broome
cuando vuelve caminando del almuerzo. Un taxi toca el claxon
hasta detenerse; Saul cae de rodillas; su corazón se vacía de sangre.
Su muerte no tiene más sentido para Simon que la transferencia
de electrones de un átomo a otro: los dos están ahí en un
momento y desaparecen al siguiente