Los inmortales de Chloe Benjamin
-Usted es un hombre religioso -dice ella, observando la cruz de su cuello-. MI padre también lo era. A veces pensaba que era mi opuesto. Sus reglas contra mi ruptura de las reglas. Su realidad contra mis fantasías. Pero de lo que me he dado cuenta, y creo que él lo sabía, es de que ambos creíamos en lo mismo. Usted podrá llamarlo trampilla, un comportamiento secreto, o podría llamarlo Dios: un lugar para lo que no sabemos. Un espacio donde se hace posible lo imposible. Cuando necesitaba el kidush o encendía las velas en el sabbat, estaba haciendo trucos de magia.
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