Terres mortes

En "Terres mortes" hay trece voces que conforman un puzzle para hacernos comprender un suceso inicial: la muerte de Joan, asesinado de un tiro por la espalda cuando vuelve después de 3 años a la casa donde vive su familia.

Es una novela pesimista porque cuenta que el destino está marcado por la sangre, por el lugar donde has nacido, por la clase a la que perteneces. Y el entorno es inhumano, bestial, violento; hay hambre, miseria y muerte.

Menos de 200 páginas necesita Núria Bendicho Giró para hacer sentir asco, angustia y rabia desde el primer capítulo y hasta el final. Para que pese a despreciar la brutalidad que destilan los personajes, te sorprendas comprendiendo que lo que se vive en la infancia determina y te preguntes hasta qué punto un adulto con ciertas vivencias es plenamente responsable de su comportamiento en la actualidad. Y entonces te explota la cabeza porque no quieres justificar algo, pero sí te descubres entendiéndolo.

No suelo leer novedades porque, siendo realista, no leo mucho en general. El poco tiempo que leo tengo que repartirlo entre lo que llevo tiempo queriendo leer, y lo nuevo que me ha llamado la atención. "Terres mortes" fue uno de esos gracias a la reseña de @mardellibres, qué suerte la mía por haber encontrado aquel día su vídeo, porque pese a sus defectos se ha convertido en una de las mejores lecturas del año.

Oscura, violenta y descarnada como pocas. Corta pero densa en su miseria.
Tan malsana que su lectura te va dejando el alma destrozada.

Excelentemente narrada pero no he sido capaz de leerla del tirón, a pesar de sus escasas 100 páginas, porque creo que me iba dejando tan rota que necesitaba salir a respirar aire menos turbio para poder volver a sumergirme en tanta crudeza.