Un cuento perfecto

He leído casi todo lo que ha publicado Elísabet Benavent. Con los dos últimos libros sufrí sendas decepciones, de hecho, uno de ellos no pude ni terminarlo siquiera, y no me atrevía ni me apetecía volver a enfrascarme en una lectura suya. Pero este libro me llamó, mucho, así que lo empecé, aunque no os voy a engañar, con un poco de miedo a que me volviera a pasar lo mismo, a no encontrar a la autora entre sus páginas. Afortunadamente no ha sido así y con Un cuento perfecto me he vuelto a reconciliar con Beta. He disfrutado tanto esta lectura, tanto. Los personajes, todos ellos muy bien definidos, tienen unas personalidades fuertes y marcadas. Tanto Margot como David son dos almas tristes que se encuentran viviendo la vida por inercia, dejándose llevar por el vaivén. Margot, además, está rodeada del mayor número de personas egoístas que te puedas encontrar por metro cuadrado. La casualidad, bendita casualidad, pondrá al uno en el camino del otro y… no cuento más que lo bonito de todo esto es que os sorprenda igual que lo ha hecho conmigo. Solo os digo que la narración es exquisita, los diálogos chispeantes, hay amor, erotismo, amistad, risas, lágrimas y alguna que otra sorpresa de última hora que, al menos yo, no me esperaba y que me ha gustado muchísimo. Solo hay un par de cosas que me han chirriado un poco, que no os cuento por no desvelar demasiado de la trama, y que hacen que esta historia no se lleve las 5 estrellas. Ahora solo tengo pendiente de la autora la bilogía de Sofía. Tengo claro que la leeré, y más después del buen sabor de boca que me ha dejado este, pero más adelante. Ahora voy a seguir disfrutando de las buenas sensaciones que me ha dejado la historia de Margot y David.