Un cuento perfecto

La novela comienza con una interesante reflexión sobre nuestra vida, nuestras preocupaciones y nuestros deseos. Sobre cómo nos dejamos llevar por lo que consideramos la vida perfecta de los demás y la realidad que esconde la magia de las redes sociales. Pero nadie lleva una vida perfecta, porque la vida, en sí misma, no es así. Y no pasa nada.

Margot viene de una familia de bien, se dedica a trabajar en la empresa familiar (una importante cadena hotelera) y tiene mucho mucho dinero. Está a punto de casarse con Filippo, su novio italiano, con el que tiene una relación idílica. Podría decirse que Margot tiene una vida de ensueño: no tiene que preocuparse por el dinero, por su relación ni por su familia. Pero algo tiene que preocupar a Margot. Si no, ¿por qué le da un ataque de pánico y huye el día de su boda?

Pronto aprenderemos que no es oro todo lo que reluce en la vida de Margot. Veremos cómo funciona la relación con sus hermanas y, sobre todo, con su madre, la bruja del cuento. Veremos la relación con Filippo en apariencia idílica, sí, pero vacía. Veremos la lucha de Margot por demostrar su valía en la empresa familiar, para demostrar que trabaja allí porque se lo ha ganado con esfuerzo. Pero, sobre todo, veremos que Margot tiene inseguridades y preocupaciones como cualquier persona normal y corriente.

Por otra parte, David es un chico que pertenece a la clase baja. Y no es para menos: tiene tres trabajos para poder llegar a fin de mes y vive en el sofá de su mejor amigo, que acaba de tener una hija con su pareja. David es un espíritu libre y con pocas preocupaciones. Justo por eso le ha dejado su novia Idoia, porque parece no tener aspiraciones en la vida ni se preocupa por el futuro. Pero David tiene una forma particular de ver la vida.

¿Cómo llegan a conocerse, pues, dos personas tan aparentemente diferentes y de mundos tan opuestos? Un móvil perdido y un numerito para dar celos será el comienzo de una conexión instantánea que dará lugar a una bonita amistad.

A partir de ese momento, Margot y David se unen para darse consejos y recuperar a sus respectivas parejas (Idoia ha dejado a David y Filippo se ha largado a pasar el verano lejos de Margot).

Un viaje a Grecia para descubrirse a sí misma será la clave de la historia de Margot y David. ¿Qué ocurrirá entre los dos? ¿Seguirá adelante el plan de recuperar a sus parejas o se dejarán llevar por esa atracción que ha empezado a surgir? ¿Y cómo terminará todo? ¿Cuál es el final perfecto para ti?

He de decir que me gusta mucho Elísabet Benavent y que he leído algunas de sus novelas. Sus historias están llenas de detalles que las hacen especiales, cercanas y adictivas. Son lecturas ligeras y de ritmo rápido, historias que no puedes parar de leer. Lo que siempre me ha gustado es que se trata de novelas que resultan creíbles, porque tienen personajes con los que es fácil empatizar.

En el caso de Un cuento perfecto, quizás me echaba un poco para atrás que la historia fuera entre un personaje rico y otro pobre. En este sentido, no te puedes poner tanto en el lugar de un personaje que prácticamente ha nacido en una cuna de oro. No obstante, si dejamos esto de lado (al fin y al cabo, se trata de una novela y las novelas están para disfrutarlas), sí que resulta fácil empatizar con Margot, pues más allá de ser una heredera rica, Margot también es una chica con inseguridades y pensamientos que podemos compartir. Como el deseo de encajar y de encontrar nuestro lugar en el mundo, por ejemplo. Y, si escarbamos un poco más, también podemos aprender de las relaciones de Margot con Filippo y de David con Idoia.

En apariencia una historia de cuentos de hadas, Un cuento perfecto es, en sí mismo, un cuento perfecto donde el final lo eliges tú. ¿Y qué puede haber más perfecto que eso?

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