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Lo que hace Elisabet Benavent con las historias que crea es sencillamente perfecto. No suelo ser lectora de novelas románticas, historias de amor, o derivados. Pero leer a Elisabet es mucho más que este topicazo. Es disfrutar, reír, amar, odiar, sufrir y no poder dejar de leer. En esta novela en concreto, en mi sencilla opinión se ha superado. Ha creado unos personajes especiales, imperfectos, brutos, desinhibidos y maravillosos. En especial Catalina; es imposible no conectar con ella, tan loca, tan desastre, tan de estar por casa. Con situaciones tan reales como la vida misma. El contexto englobado en galerías, exposiciones y arte le ha dado un toque romántico, hippie, un tanto culto y a la vez moderno (si así conseguimos que la gente se acerque a los museos, pues ni tan mal ¡oye!). No os voy a contar de qué va este libro; ya supondreis que amor hay, erotismo y realidad a partes iguales. Y por supuesto, mucho karma. Nunca está de más engañar al karma, como hace la protagonista de esta historia si con ello puedes conseguir alcanzar tu sueño. Solo os recomiendo que lo leáis y disfrutéis. Además entre dos lecturas densitas como era mi caso, ha sido un kit Kat perfecto. Sin darte cuenta, no dejas de sonreír en las casi 700 páginas que tiene este libro y no dejas de soñar. |
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