El arte de engañar al karma

”El problema son las expectativas que nos creamos. Que pensamos siempre en futuro y conjugamos la felicidad en pasado, con lo que en el presente no nos encontramos nunca”.

A las llamas nos lanzaríamos, a pecho descubierto, por el puro placer de vivir

Por malo que te parezca un día, solo tiene veinticuatro horas. Y el sol volverá a salir.

El abrazo es complejo. Es un idioma polisémico. Es un verbo de conjugaciones infinitas. El abrazo es el sexo sin orgasmo...o el orgasmo sin sexo. La piel por piel. Un alfabeto sin correspondencia. Una palabra que se pronuncia en silencio. Y cuando alguien te abraza de verdad, estás perdido. Porque el sexo puede ser imperfecto, y en esa imperfección reside su encanto. Pero el abrazo... hasta el abrazo torpe, el tímido, el apasionado, el desesperado... todos, excepto el abrazo vacío, son perfectos.

Somos dueños de lo que callamos y presos de lo que decimos

Que no te quieran no convierte una relación en tóxica... lo tóxico es quedarse en esa relación.

Preocuparse en exceso por los deseos de los demás, y aparcar los nuestros es la manera más eficaz de ser infeliz. No se trata de egoísmo, sino de amor propio.

Así es el amor. Nunca aparece cuando toca, cuando estás preparado, cuando vas a saber hacer con él lo que merece. Sencillamente… llega.

A veces no te entristece un hecho en sí, sino que este haya asesinado la esperanza que lo sostenía.

-Soy mujer, me han programado genéticamente para pasar la vida demasiado preocupada por lo que piensen los demás de mí como para ser completamente feliz.