La noche es así. Jamás abdica, está llena de recursos y de tormentos. No estoy con ánimos para negociar con ella. En el fondo, nadie es capaz de ello. No por tomar unos somníferos potentes se gana la partida.
|
La noche es así. Jamás abdica, está llena de recursos y de tormentos. No estoy con ánimos para negociar con ella. En el fondo, nadie es capaz de ello. No por tomar unos somníferos potentes se gana la partida.
|
Cada noche sé que al dirigirme hacia la cama empieza mi desasosiego. Me pongo a hablar conmigo mismo y pierdo el control: Cuidado, te espera una noche en vela, no la menosprecies ni te la tomes a la ligera, encuentra cuanto antes la fisura, la brecha por donde se adentra el mal invisible, aprende a negociar con la noche, a prepararla, a asearla, dulcifica la temperatura, perfuma el espacio, retira lo que pudiera perjudicarla, elimina imágenes y ruidos, convierte tu dormitorio en un remanso de paz, [...], comprueba el colchón, las almohadas, respira hondo y cuelga de la manilla de la puerta un cartel que habrás preparado especialmente: ¡Aquí no se admite el insomnio!
|
Alguien murmura en mi oído: el sueño es un animal de compañía, hay que cuidarlo, si no, te abandona y te costará hacerlo regresar, un animal dulce y tierno, caprichoso, a veces complicado, más importante que un perro o un gato, el sueño es el príncipe de los acompañantes, si te abandona, sufrirás un extraño dolor.
|
La jaqueca no es una enfermedad. Es un estado del ser. Una presencia perturbadora en la que la mente queda presa. Una especie de tortura, una antesala del infierno que los textos religiosos anuncian para los infieles. Un castigo supremo. Un suplicio permanente cada vez más extenso y más hondo. Un horror.
|
El camino que conduce a la locura -la leve o la profunda- siempre pasa por el insomnio.
|
Era injusto que hubiera personas como yo, con dificultades para coger el sueño, mientras otras dormían sin problema, larga y profundamente. En realidad, la humanidad se podía dividir en dos categorías. Los insomnes y los demás; los jaquecosos y los demás; los diabéticos y los demás; los angustiados y los demás... Estaba estancado.
|
El insomnio priva al inconsciente de su propia vida.
|
Ya no invento historias, me he puesto a vivirlas y a aprovecharme de ello. Como por arte de magia, he pasado de la escritura a la vida.
|
¿En que año nació Marcel Proust?