El Insomnio de Tahar Ben Jelloun
Cada noche sé que al dirigirme hacia la cama empieza mi desasosiego. Me pongo a hablar conmigo mismo y pierdo el control: Cuidado, te espera una noche en vela, no la menosprecies ni te la tomes a la ligera, encuentra cuanto antes la fisura, la brecha por donde se adentra el mal invisible, aprende a negociar con la noche, a prepararla, a asearla, dulcifica la temperatura, perfuma el espacio, retira lo que pudiera perjudicarla, elimina imágenes y ruidos, convierte tu dormitorio en un remanso de paz, [...], comprueba el colchón, las almohadas, respira hondo y cuelga de la manilla de la puerta un cartel que habrás preparado especialmente: ¡Aquí no se admite el insomnio!
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