La sombra del Mezquite

A priori, este no sería un libro que yo escogiera en la librería, sobre todo porque se encontraría en la sección de “Histórica” y es algo que evito siempre que puedo. Pero me lo han mandado a casa, y gratis, por lo que se merece tiempo de lectura y esfuerzo. Agradezco a “Masa crítica” haberme elegido entre tantos lectores, desde aquí mi eterno agradecimiento.
Lo primero que me ha llamado la atención, después de ese olor a libro nuevo (al que no estoy acostumbrada porque casi todo lo que tengo es usado o digital), es la fecha de la edición original, 1951 ¡ni siquiera habían nacido mis padres! Que sea una reedición le suma un puntito de interés extra inmediatamente.
Esta novela me ha hecho viajar a un México dividido por las revoluciones, un país totalmente desconocido por mí, en una época que conozco de oídas y de los libros de historia, un pintor decide emigrar allí al comenzar la Guerra Civil Española, todo con tintes muy autobiográficos, ya que el autor hizo lo mismo.
Mientras leía la vida diaria en la Hacienda, me recordaba a todo lo que me había contado mi abuelo de lo que habían pasado en la postguerra, en un cortijo de Andalucía, es increíble cómo da igual el país y que nos separen miles de kilómetros, los caciques siguen ahí, y los pobres son igual de pobres mientras los ricos acumulan más y más a su costa. La violencia que arrasa y se lleva todo por medio es igual en todas partes, mejor que no te pille cerca.
Esta novela tiene una prosa sorprendentemente bien escrita, con unas descripciones que algunas veces se me han hecho un poco pesadas, porque da la sensación de que la trama no avanza. Los personajes son muy reales, muy trabajados. Curiosamente, de nuevo los más pobres son los más solidarios. Me ha hecho mucha gracia leer sobre supersticiones que se tenían aquí hace mucho tiempo, bueno, algunas no tanto, con decir que en mi casa no se pone el pan del revés, “por si acaso”.
El ritmo es lento y hay algunas palabras muy diferentes a las que usamos en España, que he tenido que buscar, pero es una novela que, aunque ficción, se vuelve muy creíble y se lee fácilmente, desde luego, si os gusta leer histórica, es perfecta para vosotros, incluso a mí no me ha desagradado la experiencia de este viaje, pero tampoco pretendía que de repente se convirtiera en mi género favorito.

Es la primera vez que me aventuro en este tipo de lecturas, escrita hace más de 70 años y reeditada hace más bien poco. Si que me considero aficionado a la novela histórica, aunque últimamente leo más novela negra que este tipo de escritura.

La novela nos traslada a la época final revolución mexicana en la primera mitad de siglo XX, concretamente al año 1936 desarrollada en un entorno agrícola del norte del país mexicano. Una zona en la que era habitual los grandes patriarcas poseedores de extensas fincas de tierra sin fin en las que las que pastaban enormes rebaños de vacas, ovejas y caballos. Época en la que muchos grupos agrarios se rebelaron contra estos terratenientes reclamando tierras para todos y piezas de ganado para que la población rural pudiera subsistir.

No hay un protagonista principal pero si pudieran destacarse a un pintor español que viaja a la zona huyendo de la inminente guerra, el propio terrateniente de la finca, su familia, sus sirvientes entre ellos varios de origen vasco que se pueden identificar con facilidad por su acento y su carácter y la parte contraria, ese grupo de agrarios que reivindican parte de esas tierras y de ese ganado.

El autor, por momentos con tildes autobiográficos, él mismo viaja a la zona, describe con detalle tanto la situación socio política del país mexicano, el mundo rural tan diferenciado con sus grandes terratenientes, políticos y demás clase alta y la otra parte más pobre y sin recursos. A su vez detalla los aspectos físicos de una zona, y un entorno rural muy condicionado al aspecto meteorológico y las nulas inversiones del gobierno mexicano en la zona.

En torno a todos ellos se desarrolla la trama, algo lenta por momentos, con vocabulario de la zona para mi desconocido y detallando aspectos sociales de la época con acierto, la superstición, la violencia, la lucha de clases, las diferencias sociales, la solidaridad entre los mas pobres...podría estar hablando de la época de la posguerra española de igual manera.



Una novela histórica sin mucho ritmo en la que destacaría las descripciones físicas y sociales de un país y una época de la que apenas conocía. Me ha gustado el hecho de poder dar una oportunidad a un género algo dejado por mi parte últimamente y novedoso al ser escrito hace más de 70 años.
Enlace: https://eltxokodeinaki.blogs..

Hay historias que aunque estén escritas hace años conservan la frescura como si estuvieran recién escritas. En un principio me llamó la atención porque su protagonista estaba vinculado con el mundo artístico, como yo. He de decir que se nota esa sensibilidad en el personaje por cómo hace la descripción de los lugares. Quizás para los lectores que gustan de mayor acción la consideren un lectura lenta, pero para quienes disfrutan con las recreaciones les va a resultar una delicia. Aunque por estar ambientada en México iba predispuesta a encontrarme términos y expresiones que no iba a entender, me parece que la contextualización hacen que el ritmo sea constante y no tengas que detenerte a buscar nada fuera del libro por miedo a no entender algo. Si bien como ya he dicho el personaje protagonista resulta muy convincente, el resto del elenco que aparece está igualmente bien construido. Para quienes disfrutan de la novela histórica es una lectura que recomendaría sin dudar, al final nos hace darnos cuenta que los conflictos se viven con sorprendente similitud indistintamente de la latitud a la que ocurra y del bagaje cultural que se tenga.