Últimos días de Penumbra

Últimos días de penumbra

Esta obra publicada por Energía Ilustrada en el año 2020, escrita y dibujada por Max Becco, nos cuenta la perturbadora historia de Marcos Vaughn. Marcos es un individuo con una habilidad particular, pues él puede ver el verdadero rostro de los demonios que habitan en la tierra. Para los demonios el verse expuestos no es de su agrado, por ende, hacen la vida de Marcos un caótico infierno.
Últimos días de penumbra es una historia donde los personajes entran, realizan alguna acción en general atacar al torturado Marcos y salen para no volver. Esto que en primera instancia puede parecer simple y fácil, en realidad es un recurso muy útil para que se pueda desarrollar al protagonista, pues el autor es consiente de lo limitado del tiempo que tiene para que los lectores puedan empatizar con Marcos. También es un acierto que el protagonista se enfrente a situaciones de índole sobrenatural sin ser un ocultista o mago, pues de esta manera podemos identificarnos con el personaje ya que el no busca estas situaciones, sino que debe de lidiar con ellas tal como se presentan y con las herramientas que tiene a mano, tal cual le sucede a cualquier persona con los problemas de la vida cotidiana.
Durante todo el libro la historia nos es narrada por Marcos a través de una vos en off, representada por apoyaturas blancas con letras negras, generando un monologo donde podemos apreciar las motivaciones del personaje. Llegado cierto punto esta vos en off es compartida por el único otro personaje recurrente dentro de la historieta una demonio que secuestra a Marcos , para luego instalarse dentro de su cabeza, cuyas intervenciones son mostradas por apoyaturas negras con letras blancas, esto hace que el monologo se transforme en un dialogo distendiendo de esta manera la narrativa. El problema se sucinta en el capítulo número siete, donde interviene un tercer narrador fuera de cuadro, pero que en un principio no existe ningún indicador de este cambio, pues las apoyaturas son negras con letras blancas. al no tener ningún elemento visual del cambio de narrador las primeras páginas del capítulos se vuelven algo desconcertantes puesto que de primera mano no sabemos quién está realizando el relato, pero esto no dura mucho pues desde los textos el autor nos devuelve a la historia.
Los aciertos más grandes de Max Becco, son la elección del estilo de dibujo y la variedad de técnicas empleadas para contar cada historia, generando distintas atmosferas de acuerdo a la historia presentada. También esta heterogenia elección nos da la sensación de tener un Fanzine entre las manos y esto, como corresponde a todo Fanzine, nos indica que no hay limites más que los propios del autor.
Desde el inicio del libro somos enganchados por la historia que quiere contarnos Max Becco, pues realiza una presentación cinematográfica, dividiendo la página en dos columnas y seis viñetas donde del lado izquierdo vemos al protagonista hablándole directamente a la cámara mientras que desde el lado derecho con fondo negro y letras blancas nos aparecen los titulares de la obra, generando de esta manera genial presentación para una muy buena historia.