Amapola, una ratoncita, acaba de tener tres bebés. La maternidad la tiene agotada y el viejo molino donde viven no es el sitio ideal: hay mucha humedad y tiene muchísimos escalones. Así que cuando don Polvorón le propone cambiar de casa, gracias el señor Manzano, Amapola ve un resquicio de luz entre su fatiga y cansancio. No será fácil porque hay que remodelar la nueva casa y arreglarla, pero gracias a sus vecinos y amigos, pronto consigue un nuevo hogar donde criar a sus retoños. Esta historia termina conociendo el nombre de los tres hijos de Amapola. - Ejemplar cedido - A partir de 6 años. |