¿No sabes lo que pasó? Todos los motores de los aviones se detuvieron a la misma hora ayer, justo cuando la corriente fallaba en todas partes. Todos los que descendieron para aterrizar en la terraza cayeron como granizo. ¿No escuchaste nada ahí abajo? Yo, en mi pisito cerca del garaje, es un milagro si no me han aplastado. Cuando se cayó el autobús de la línea 2, salté al techo como un panqueque... ¡Así que vayan a mirar afuera, verán el trabajo hermoso!”.