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Un trompetista de jazz, a través de sus recuerdos, nos narra la extraordinaria historia del que fuera su mejor amigo, Novecento, un pianista excepcional nacido en un transatlántico llamado el Virginian que recorría las rutas entre Europa y América a principios del siglo XX. Novecento era un pianista de técnica increíble, capaz de extraer notas mágicas, insólitas, melodías asombrosas que cautivaban cada noche a los viajeros del barco en el que había nacido y del que decían que nunca se había bajado. Nunca había pisado tierra. El mejor pianista de todos los tiempos, y no existía para el mundo. Sin patria, ni familia, ni fecha de nacimiento. Nada. Hasta que un día decidió bajar. «La tierra es un barco demasiado grande para mí. Es un viaje demasiado largo.» El año pasado conocí a Alessandro Baricco con Seda, y me pareció tan maravilloso que decidí leer más de él. Me decidí por esta especie de monólogo teatral narrativo, llámalo como quieras. Baricco dice que podría considerarse como un relato, pero la realidad es que es una obra de teatro que se llevó a cabo en el año 1994. La prosa en comparación con Seda es mucho más natural, más espontánea y aunque la historia es algo fantasiosa, es muy conmovedora. Se puede apreciar la nostalgia que desprende Novecento. Incluso de manera magistral, Baricco hace que sintamos una música que no existe, que solo existe con palabras. Con un final que alude a la amistad, a la vida y en cómo decidimos vivirla. «(…) parecía claro que no tocaba simplemente, estaba conduciendo aquel piano». No puedo decir las partes que me han gustado porque no quiero destripar nada para quien no la ha leído todavía. Lo único que puedo hacer es recomendárosla. Algo de lo que me he dado cuenta, es que aunque el relato acabe en la página ochenta y uno, el libro tiene ochenta y ocho páginas, al igual que las teclas de un piano. Enlace: https://www.instagram.com/p/.. |
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