Giulia y Cristi se conocen de niñas en la década de 1990, durante los veranos que pasan en un pequeño pueblo de la región de Marche. Giulia, decidida y racional, queda fascinada por Cristi, frágil y salvaje, quien le inspira algo más impactante y ardiente que la amistad. Cristi también se siente atraída por Giulia, pero sus ojos buscan constantemente a Mattia, un muchacho que parece entender su naturaleza libre de una forma más profunda.