Max

El 15 de agosto de 2021 los talibanes entraron en Kabul tomando el control de una Afganistán desangrada e imponiendo nuevamente su régimen.

Las imágenes de la reconquista del terror fueron un punto de inflexión para Samuel Baeza y de ellas nació el libro que nos ocupa.

Max Dawson es un militar norteamericano en la reserva que desayuna plácidamente con su familia.
En estos primeros compases el autor malagueño me recuerda al gran Raymon Carver y su magistral forma de narrar lo cotidiano.

Pero Samuel no tardará en sacar su raza andaluza y la apacible vida del nuestro protagonista cambiará con un par de giros. Uno lo tendréis que descubrir vosotros. El otro, es de sobra conocido.

11 de septiembre de 2001. Estados Unidos sufre el mayor atentado terrorista de la historia. Las torres gemelas caen, y con ellas, el mundo convulsiona.

Max es llamado a filas. Comienza la operación "Libertad Duradera" y con ella una guerra de 20 años.

La novela se transforma en un thriller bélico de personajes ficticios, pero basado en hechos reales.
Todas las batallas narradas ocurrieron, también los acontecimientos políticos y sociales que Baeza incorpora al texto.

Max es una estupenda obra que recoge la brutalidad de toda guerra con la dificultad añadida del entorno.

Rodeado de montañas, cuevas y recovecos, Afganistán es una tierra propicia para emboscadas y ataques suicidas que sufrirán continuamente las tropas norteamericanas y sus aliados.

Entre sangre, sudor, cansancio, hambre y muerte, el autor añade un ingrediente fundamental. El día a día de los soldados, sus "descansos" y sus conversaciones, mundanas o no, que forjarán un fuerte vínculo de amistad. Muy importante para el tramo final del libro.

La novela es, principalmente bélica, los amantes de armas, tácticas y balas la disfrutarán, pues apenas hay tregua.

Tras la retirada de las tropas nos encontraremos con un giro que se quedó sin resolver 20 años atrás.

Bajo un arduo trabajo de documentación, el autor reproduce una insufrible guerra de guerrillas. La respuesta enérgica de una superpontencia y sus aliados contra un régimen, el talibán, que daban la sensación de ser un ejército poco organizado, pero que sabían utilizar muy bien el entorno y que estaban de manera "sorprendente" excelentemente armados.

A los que os estéis preguntando qué ocurre con Bin Laden, ya os advierto que el autor escapa de versiones jupiterianas, con buen criterio, por cierto.

Obra dirigida a aquellos que amamos las ambientaciones y reproducciones bélicas y que versa sobre un conflicto carente, por desgracia, de literatura.
Para que las expectativas del futuro lector estén claras, hay que decir que es una novela fundamentalmente bélica, con pequeños aderezos de política.

A mi, me ha encantado.

Agradecer a Samuel Baeza el regalo de un trabajo de casi dos años. Eso, no tiene precio

En “Max” como su propio nombre indica, tenemos como protagonista a Max, un exmilitar que a pesar de estar retirado echa mucho de menos ese trabajo que tan vivo le hacía sentir. Tras el atentado de las torres gemelas, Max recibe una llamada que le podrá entre las cuerdas, le proponen regresar al servicio militar para defender a su país en la guerra de Afganistán.
A pesar de todo lo ocurrido y de todo el tiempo que tendrá que dejar a su familia en EEUU, Max decide embarcarse en el avión que le llevará directo a dicha guerra.
A través de Max conoceremos de primera mano múltiples batallas y la crudeza y la realidad del campo de batalla. Sin ningún tipo de reparo Samuel nos muestra esa necesidad de estar alerta y esa necesidad de seguir y seguir sin mirar atrás pese al dolor que supone ir perdiendo a compañeros importantes en el fuego de la batalla.
Samuel nos muestra y describe batallas reales (siempre con su toque ficticio) que han tenido lugar. Pero no solo esto podemos encontrarnos, sino también y tras un exhaustivo trabajo de investigación, Samuel nos cuenta todas las guerras y pactos que no se libraron en el campo de batalla. Conoceremos de primera mano a los diferentes aliados y cuando se unieron cada uno de ellos.
Si te gusta la batalla, si quieres conocer un poco más todo lo que pasó en la guerra de Afganistán, creo que este puede ser un maravilloso libro en el que sumergirte.

Como indica el titulo esta novela se centra en la vida de Max, un exmilitar americano retirado que trabaja en un supermercado. Aunque ahora lleva una vida tranquila , no puede evitar echar de menos su pasado en el ejército, un trabajo que le hacía sentir vivo.
Cuando se producen los atentados del 11 de septiembre de 2001, nuestro protagonista recibe una llamada de un antiguo superior suyo que le propone regresar al servicio activo para defender a su país. Apoyado por su mujer se embarcará en una aventura que le llevará hasta Afganistán y que le mantendrá alejado de su casa durante casi 20 años.

Así el 16 de noviembre de 2001 cuando los talibanes comienzan a perder y la Alianza del Norte comienza a recuperar territorios, Max y todos los hombres que forman su compañía llegan a un país devastado por la guerra. Es el comienzo de lo que se denominó “Operación Libertad Duradera”.

A largo de todo el grueso de la novela, el autor nos muestra una crónica detallada de todas las operaciones, batallas y demás circunstancias de la guerra de Afganistán hasta que en julio 2021 comienza la retirada de las tropas estadounidenses. (19 años y 6 meses después).

A través del día a día de nuestro protagonista, conoceremos de primera mano múltiples batallas, todas reales, la crudeza y la realidad del campo de batalla. Conforme el autor nos las va narrando nos daremos cuenta de como los talibanes tenían ventaja en cuanto al tipo de terreno montañoso, que conocían a la perfección, y su forma de luchar se asemejaba al estilo de guerrillas intentando desgastar a sus oponentes. Veremos que los soldados no pueden bajar la guardia y pese a las pérdidas de compañeros y al dolor deberán seguir adelante y estar siempre alerta.

Gracias a la gran labor de documentación por parte del autor, recorreremos los principales bastiones talibanes: Kabul, Kandahar, Jalalabad, Herat.... Descubriremos los pactos y acuerdos que se libraron entre los diferentes aliados y cuando se unieron cada uno de ellos....

Pero sobre todo asistiremos al verdadero compañerismo que se fragua entre los soldados, y a los grandes y fuertes vínculos de amistad entre ellos pese a pertenecer a diferentes ejércitos: americano, afgano, británico....

Tienen especial relevancia, además de algunos compañeros de nuestro protagonista, su superior, el capitán Jordán y el general afgano, Akbar, de la Alianza del Norte.
De estos destacaré que el capitán Jordán me ha parecido insufrible. Con una actitud de prepotencia y despotismo, su forma de tratar a sus hombres además de a sus aliados, creara bastantes momentos de tensión con unos y otros. Yo personalmente y aunque estoy en contra de la violencia, me ha apetecido más de una vez pegarle un tiro o, por lo menos soltarle, un par de puñetazos a ver si cambiaba de actitud.
Por otro lado el general afgano es el contrapunto perfecto. Educado, calmado y tranquilo aunque en algún momento saque a relucir que también tiene carácter.

A este hilo argumental principal centrado en la guerra, se unirá otro secundario, en el que el compañerismo y la amistad tomaran gran relevancia, que conectará la primera parte del libro con el final, haciendo que la novela pase del género bélico al negro

En definitiva si te gusta el género bélico y, si quieres conocer un poco más todo lo que pasó en la guerra de Afganistán, creo que este puede ser una buena lectura en la

Hoy os traigo un género que se aleja bastante de lo que suelo leer. Sí es cierto que me encanta ver películas de género bélico, pero en lectura nunca había tenido el placer de hacerme con una. Así que ahora que por fin ha sucedido, os cuento cuales han sido mis impresiones, que generalmente han sido buenas.

Antes de nada aclaro lo siguiente: es una novela de ficción, a pesar de que tiene muchos detalles reales y datos históricos y eso la convierte en una especie de híbrido de lo más equilibrado, ya que llega un punto en el que no sabes qué es real y qué no.

El autor ha confeccionado una increíble labor de documentación, sobre todo en las partes de la guerra de Afganistán y las personas que formaron parte en estos conflictos. No sé si es el mejor momento para leer libros con esta trama, ya que a mí sinceramente es una época en la que me preocupa bastante, pero ha conseguido entretenerme.

Es cierto que en algunos diálogos me han flojeado un poco los personajes. Algunas conversaciones se me antojan algo surrealistas, sobre todo con la mujer del protagonista, que es un personaje al que no le he terminado de ver el brillo. Pero sí me han encantado las relaciones que han ido aflorando entre los soldados y todo lo que tienen que ir viviendo.

La trama contiene mucha acción, como os estaréis preguntando. Y entre todas esas escenas con un ritmo trepidante, el autor nos ha sabido intercalar con momentos de más calma, ya sean por parte de los protagonistas o por las reflexiones morales o políticas que tienen. Es importante saber equilibrar en estos momentos.

Y justo por el final, la trama da un salto y me llegó a sorprender aún más, sobre todo por esos tintes de novela negra que se asoman tímidamente. Me habría gustado más que se le hubiese dado voz a eso, se le habría sacado más jugo. Aún así, la experiencia es muy certera.

Ya sabéis que no estoy acostumbrada a leer libros de género bélico, pero cuando el autor me propuso colaborar y leer este libro, no lo dudé ni un minuto, ya que la sinopsis me llamó mucho la atención, y, sobre todo, que la historia transcurriera en una de las guerras más recientes y fatales, la guerra de Afganistán. Así que gracias, Samuel, por darme la oportunidad de sumergirme en la historia que has escrito.

Max es una novela de ficción, pero que contiene algunos datos reales. Así, los sucesos clave de la guerra son completamente reales, al igual que el nombre de algunas personas que fueron relevantes en dicho periodo. Sin embargo, sus personajes son ficticios, al igual que la historia concreta de cada uno de ellos. El autor explica con sumo detalle estas circunstancias al inicio del libro.

Así, nos adentraremos en la vida de Max, nuestro protagonista, un exmilitar retirado que actualmente trabaja en un supermercado y lleva una vida tranquila, el cual recibe una llamada de su antiguo superior, el capitán Jordan, que le pide que se una a los soldados que parten para combatir en Afganistán tras los terribles atentados del 11-S. Así, junto a él, viviremos la parte más cruda de la guerra, ese estado de alerta constante, el sentirse en una continua carrera contrarreloj sin final aparente, y con las adversidades propias de dicha situación: hambre, frío, separación de los seres queridos, muerte de compañeros, emboscadas, duros entrenamientos, etc.

No puedo más que alabar la labor de documentación del autor, ya que nos narra con mucho detalle todos los momentos clave de la guerra de Afganistán, desde el inicio del conflicto hasta los principales ataques y puntos del territorio afectados, así como la complejidad de dicha guerra y su final con la retirada de las tropas estadounidenses, que suman un total de unos diecinueve años y seis meses, si no recuerdo mal. Asimismo, la manera de describir las batallas, el constante peligro y los momentos de acción me ha parecido increíble.

Además, he disfrutado mucho del compañerismo que se refleja en el vínculo que forman los soldados que están presentes en el conflicto. Cómo se van uniendo y apoyando entre ellos, haciendo frente a los duros momentos que no les queda más remedio que vivir. También me gustó asistir a sus conversaciones más cotidianas entre tanta acción, que van desde sus creencias hasta los lugares que han visitado o a su ideología política. Creo que ese tipo de conversaciones los humaniza, hace que veamos a los soldados menos como elementos que cumplen su función en la lectura y más como personas, con sus gustos, opiniones y vidas. Me ha gustado como soldados de diferentes ejércitos (estadounidense, británico, afgano...) forjan amistad en un escenario tan desolador.

Por otro lado, ha habido cosas que no han terminado de convencerme. En primer lugar, los personajes me han parecido muy planos y sin evolución, no he empatizado con ninguno y esto ha hecho que realmente no me pusiera en sus pieles del todo, me faltó bastante sentimiento y no pude conectar emocionalmente con muchos de los sucesos que ocurren debido a ello. de hecho, los personajes que más sentimientos me generaron fueron el capitán Jordan y la mujer de Max, Emily, y no fueron sentimientos precisamente positivos. Jordan me pareció insufrible, un prepotente y déspota de los pies a la cabeza, y Emily ha sido fría como el hielo, parece que le da igual todo lo que le sucede a su marido y que está deseando quitárselo de encima a la primera de cambio. He notado que se intenta reflejar que es una familia muy unida y no se consigue, Max apenas piensa en su familia cuando está fuera y todas las interacciones con su mujer son casi robóticas, ella siempre está ocupada y cuando él vive momentos realmente peligrosos, ella parece ignorarlo. al único personaje que le tuve algo de especial simpatía fue al general Akbar, que me pareció muy educado y que valoraba a sus soldados, me gustaban mucho sus apariciones. Asimismo, muchos diálogos me han parecido forzados y poco naturales, lo que le ha restado credibilidad a la novela.

Finalmente, decir que la última parte del libro se aleja un poco de lo bélico y se torna más del estilo thriller. La verdad es que esas páginas me engancharon mucho, no obstante, diría que son las menos creíbles de la novela, ya que suceden con bastante rapidez y de manera poco realista, además de sacarnos un poco del tema principal de la historia. Fue un cambio que me descolocó, aunque esos pasajes los leí de una sentada y puede ser clave para aquellas personas que no disfruten del todo del tema bélico y les anime un pequeño giro en la historia.
Enlace: http://adictaloslibros.blogs..