EL JUEGO INFINITO DEL AZAR

El libro me ha sorprendido positivamente si bien me he sentido perdido y confuso en algunos momentos de la lectura, pero me pregunto si era esa una de las intenciones del autor.

El libro está escrito desde la perspectiva del protagonista y narrada en esa voz. Por ello, y teniendo en cuenta las condiciones físicas y psíquicas del protagonista no tengo claro si mis sensaciones de confusión eran personales o un logro del autor que consigue meterte en la cabeza del protagonista en sus lagunas y ausencias.

Además, te adentra en un laberinto afectivo y emocional con los demás personajes en los que las líneas de lo bueno y lo malo, lo correcto y lo incorrecto y las buenas y malas intenciones se difuminan de forma constante y en todas direcciones.

He destacado en mi ejemplar numerosas frases que me han gustado. Pero, sin duda, uno de mis momentos favoritos es el diálogo del protagonista con un amigo sobre la estafa de la existencia de Dios. El autor alcanza crear un diálogo entre amigos, con profundidad y una sazón cómica a la par que existencialista muy interesante y que personalmente me enganchó.

Es un libro que enreda tanto la trama y a los personajes en ella que necesitas sí o sí una respuesta y una explicación lógica de lo sucedido. Y la respuesta llega. Me ha gustado que he sentido estar jugando al quien es quien y que he ido descartando sospechosos hasta saber a ciencia cierta quién, cómo y cuándo. Pero la tensión y la curiosidad ha permanecido hasta el final.

No puedo negar que es muy retorcido desde el punto psicológico y emocional, pero la realidad siempre supera a la ficción.

Siempre gusta hacer una crítica dado que el libro perfecto no existe y el lector perfecto tampoco. En este caso destacaría dos cosas; por un lado, he observado algún que otro fallo de edición en algún guion de diálogo o alguna palabra; y por otro lado, diría que puede existir un sector del público lector a quien le parezca demasiada enrevesada la trama hasta que empieza a desentrañarse, pudiendo provocar que no se acabe el libro o no se disfrute del mismo como se debería. En ese sentido a mí me ha gustado, pero es posible que no sería para todos los públicos.

Es un libro que recomendaría a gente que quiera descubrir a nuevos autores y que le apasione el thriller psicológico.

¿Quién maneja nuestras vidas? ¿Somos nosotros o, por el contrario, hay alguien o algo arriba que maneja los hilos de nuestras vidas? ¿Somos realmente libres o somos meras marionetas de terceras personas? Estas son las cuestiones que me he formulado nada más terminar de leer esta novela, cuestiones que resultan un tanto complicado responder (al menos, a mí me lo parece)

"El juego infinito del azar" de Eduardo Asensio nos muestra la existencia de Mark Allen, un tipo con una vida aparentemente normal y con una pareja estable, que verá como su vida se transforma de la noche a la mañana de tal manera que crece el miedo, la inseguridad, el terror en su día a día después de empezar a tener problemas de memoria.

Mark se verá sumergido en todo tipo de dificultades, de contrariedases, hasta estar en el centro del huracán. Hasta cierto punto se le coge un cierto aprecio al protagonista que, a medida que el lector va avanzando se dará cuenta, va cediendo poco a poco más hueco a Ywen y a Emily.

La novela es una novela de personajes puesto que vamos descubriendo como es la mentalidad de cada uno de ellos. Vemos, por ejemplo que algún que otro personaje se deja llevar por los celos hasta límites insospechados, por los prejuicios y mucho más.

Al mismo tiempo, la novela cuenta con un giro argumental totalmente inesperado que ha hecho que la película que me había imaginado en la imaginación volara por los aires.

Me ha gustado el libro, te mantiene con la curiosidad de qué fue lo que le llevó a Mark a terminar allí, aunque los cambios temporales te despistan un poco.

La historia está narrada por completo desde el punto de vista de Mark, algo que te hace ser más cercano al protagonista y ser más afín con los personajes con los que se lleva bien.

Como Mark es quien narra, los capítulos no están ordenados cronológicamente con los hechos de su pasado, son escenas de su pasado partiendo de un punto temporal que cambió por completo la vida del protagonista.

Con esto, quiero decir que puedes estar leyendo un par de capítulos que sucedieron 1 año antes del accidente y a continuación algo que pasó 2 meses después del mismo, seguido de otro salto temporal.

Creo que ganaría con una reordenación de los capítulos a nivel de mantener el hilo de lo que sucedió antes y después, aunque al estar así la sensación de que son más cortos los capítulos se acentúa, ayudando a leer más ágilmente.

La novela cuenta con dos tramas, una que se centra más en la convivencia de Emily y Mark, y otra en la que ella no está presente. Para el lector suceden de forma simultánea, aunque para el personaje no, pudiéndose apreciar cambios en el comportamiento de Mark en pocos capítulos.

Las emociones de Mark son las auténticas protagonistas del libro, ya que van muy ligadas a la enfermedad y las personas que le rodean. Hace que en muchas situaciones te pongas en su lugar, entendiendo su comportamiento frente a las situaciones en las que se encuentra.

También, a medida que avanza el libro puedes plantear pequeñas hipótesis acerca de por qué termina en la situación que se presenta al comenzar la lectura. Te crea la duda sobre su culpabilidad y no te la resuelve hasta el final.

Esto me ha encantado, el que no fuera predecible ha hecho que mi interés no decayera y quisiera seguir hasta el final, en busca de respuestas.

En cuanto al final, era justo lo que necesitaba como lectora. Con respuestas a las incógnitas que quedaban y con buenos giros que me han sorprendido.

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