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Rosie tiene el techo de su piso derrumbado. Como la reforma va a tardar más de lo esperado decide tomar prestado el piso de su mejor amiga Lina, quien se encuentra de luna de miel con Aaron, su marido. No se puede ir a vivir con su padre porque le oculta un gran secreto: ha dejado su trabajo como ingeniera tecnológica para dedicarse a lo que realmente le gusta: ser escritora de novela romántica a tiempo completo. Hace un tiempo autopublicó su primer libro y se convirtió en un superventas, por lo que una editorial le ha ofrecido un contrato para publicar su segundo libro. Lucas, el primo de Lina y un surfista experimentado, viaja desde España hasta Nueva York con la intención de quedarse en el piso de su prima un tiempo, ya que tras un desagradable hecho necesita salir de su rutina, cambiar de aires y pensar qué va a hacer con su futuro. El primer encuentro de la pareja es un desastre. Él pretende llegar a casa de su prima, pasar un tiempo solo y tranquilo y lo que menos espera es que el piso está ocupado por una mujer desconocida que se ha atrincherado en la casa, se niega a abrir la puerta y amenaza con llamar a la policía si no se marcha de inmediato. Tras un rato “discutiendo” él le explica quién es y Rosie se siente muy avergonzada y no solo por haber impedido el acceso del primo de Lina a casa de su amiga, que tiene más derecho que ella a estar allí, sino porque lleva enamorada de él desde que le vio a través de las redes sociales. La atracción que sintió por él al verle en fotos fue inmediata y desde entonces ha seguido sus pasos a través de Internet. Así, el destino les demuestra lo caprichoso que es, ya que se tenían que haber conocido en persona en la boda de Lina y Aaron, pero Lucas no pudo acudir al enlace. Ahora pasarán varias semanas juntos compartiendo piso, hasta que reparen el techo de la casa de Rosie. En seguida entablan una bonita amistad, que poco a poco se convierte en algo más, sobre todo cuando él le ayuda a que ella termine su novela. Está bloqueada, no sabe qué escribir y el tiempo apremia porque la fecha de entrega de su novela está cada vez más cerca. Por ello, a Rosie se le ocurre una posible solución: tener unas cuantas citas falsas y hacer actividades (ir a cenar, a pasear…) en las que inspirarse para poder plasmarlas en su libro. El problema es que no pueden permitirse enamorarse el uno del otro porque Lucas está en Nueva York de forma temporal y su intención es volver a España ¿Conseguirán resistirse a la tentación? El libro me ha decepcionado bastante, seguramente por las altas expectativas que tenía respecto a él. Es la segunda parte de la novela Farsa de amor a la española (aunque ambos libros son autoconclusivos, con protagonistas diferentes y se pueden leer de forma independiente) cuyas críticas son muy positivas y es un libro que tengo ganas de leer. Este libro también cuenta con opiniones muy positivas y la premisa tenía muy buena pinta, pero no ha terminado de convencerme. No he conectado con la historia ni con los protagonistas y eso que los narradores son ellos de forma alterna. El ritmo de la novela se me ha hecho lento, el quid de la historia no comienza hasta la mitad de la novela y hasta ese entonces no sucede nada interesante, más allá del momento en el que Lucas y Rosie se conocen. No obstante, el libro se deja leer bastante bien. En cuanto a los personajes, están bien perfilados. Rosie es una mujer luchadora, valiente, bastante mordaz y sincera, puesto que es muy directa cuando dice las cosas. Lucas es un chico dulce, atento, simpático, dispuesto a ayudar en todo momento, generoso, pero es bastante obstinado y cabezota… A pesar de que los personajes están bien descritos me ha faltado química entre ellos. Sí la he sentido como pareja, pero les ha faltado la pasión como pareja. En conclusión, es una novela con buen desarrollo de personajes, pero con falta de ritmo en la narración y de química entre los protagonistas. Leeré Farsa de amor a la española y espero que me guste más. |
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