Aunque en la casa había siempre mucha gente, yo me las arreglaba para escaparme solo al monte, a la arboleda, al arroyo. Creo que la época más fecunda de mi creación fue la infancia; mi infancia fue el mundo de la creatividad. Para llenar aquella Soledad tan profunda que sentía en en medio del ruido, poblé todo aquel campo, bastante raquítico por cierto, de personajes y apariciones casi míticos y sobrenaturales.
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