La revolución de las flâneuses: 3

Todos tenemos presente la imagen del flâneur recorriendo las calles de París del siglo XIX. Pero, ¿y las flâneuses? Ellas también existieron, aunque fueran invisibilizadas o menospreciadas.
Su voluntad de hacerse presentes en el espacio urbano y reclamar una voz propia abrió paso a una serie de derechos que aún hoy necesitamos reivindicar.

De esos derechos nos habla este ensayo que se encuentra dividido en seis capítulos, cada uno de ellos enfocado a un tema (derecho a ocupar las calles; derecho a mirar sin ser vistas; derecho a no consumir ni ser consumidas; derecho a existir en solitario; derecho a la autoría), con una obra de arte como punto de partida en cada análisis (esto me pareció estupendo).

Sin dudas es una lectura muy alentadora e inspiradora que pude disfrutar. En particular, a mí me llegó en el momento justo, porque este ensayo además de hacerme repensar en los aspectos de la historia, también me hizo reflexionar acerca de todas esas cosas que se tuvieron que hacer, para llegar a donde estamos hoy.

Hoy os traigo una lectura diferente a lo que acostumbro: “La revolución de las flâneuses”, un repaso literario, filosófico, sociológico y artístico de la figura de LA paseante. Sí, la paseante; en femenino. Todos tenemos en nuestras mentes la figura del flâneur de Baudelaire recorriendo las calles de París del siglo XIX, todo un icono cultural. Pero ellas también existieron, aunque fueran invisibilizadas o menospreciadas. Ellas quisieron reivindicar los mismos derechos que el flâneur: el hombre que tiene derecho a la ciudad, a transitar por ella sin ser molestado, a observar sin ser visto ni cuestionado, y también, a tomar la palabra en público. La flâneuse es la mujer que lucha por todo ello y no siempre lo consigue.

Su voluntad de hacerse presentes en el espacio urbano y reclamar una voz propia abrió paso a una serie de derechos que aún hoy se reivindican y que conforman los capítulos de este ensayo: derecho a ocupar las calles; derecho a mirar sin ser vistas; derecho a no consumir ni ser consumidas; derecho a existir en solitario; derecho a la autoría.
Afortunadamente, las cosas han cambiado desde ese siglo XIX que tan bien desmenuza Anna Mª Iglesia en este libro en el que, valiéndose de libros y cuadros, ensayos y novelas, con los que reivindica los aspectos que antes citaba.

No os perdáis esta lectura porque, cuando todo esto acabe, recordad que “Debemos ser y seguir siendo paseantes incómodas”. ⠀
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En este ensayo - de carácter didáctico y agradecidamente ameno - Iglesia repasa su historia. Desde la considerada como la primera flâneuse - vinculada a la prostitución y pagando un precio muy alto por adentrarse en lo público - la mujer trabajadora - que recorre la ciudad influida por unas necesidades económicas y un horario - la mujer burguesa - cuya percepción del paseo va ligada al ocio - o las intelectuales que llevaron su condición de flâneuses a cuestionar el orden social. Tirando de una amplia bibliografía, Iglesia resucita a Luisa Carnés, Emilia Pardo Bazán, Carmen de Burgos o a Flora Tristán entre otras autoras para citar algunas de las opiniones vertidas al respecto desde diferentes posiciones.
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