Dicen que una de cal y otra de arena, no con esta saga. Es un libro que para mi es normalito, entre tantas buenas parejas, esta pasa un poco desapercibida. Cuando se presentó al escurridizo y misterioso Salvatore en el libro anterior, estaba segura de que había una gran historia detrás del por qué es tan inflexible en que no lo vieran o le gustaba permanecer escondido en las sombras. Conocemos más a Milene, que se va a Nueva York para seguir su carrera como enfermera y, por supuesto, nadie sabe que está allí. Salvatore tiene esta ley no escrita sobre que nadie de la mafia italiana entra en su territorio sin pedir permiso... Ambos se conocen por accidente fuera del hospital donde ella trabaja, y él inmediatamente se interesa por ella y quiere conocerla más. Aquí empieza un acecho semisilencioso, y la historia en general. La tensión entre estos dos se puede cortar con un cuchillo. Él me parece extremadamente exagerado en todos los sentidos, y se me hace bola, pero también entiendo este mundo que se describe a su alrededor. Dado su estatus y su historia, llego a entender que es su manera de calmar sus miedos, sorprendentemente te das cuenta de que no tiene ni idea sobre cómo manejar las emociones y luchar con los sentimientos por Milene, ella es su "debilidad". Además, no se saca el suficiente partido al tema de la su discapacidad como se hace en otros libros, entonces ¿cuál era el punto? Milene empieza como un personaje fuerte, una mujer libre e independiente, pero pierde fuerza con el pasar de las páginas, su motto de "Me encanta la enfermería, es mi vida, y odio la vida mafiosa" ¿era sólo una fachada? Creo que me esperaba otro tipo de historia, es un pareja que no me ha convencido. Para mi el mejor personaje de la historia es Kurt. Creo que estas dos historias (libros 4 y 5) son un punto de cambio en la saga, y son una muestra de “confía en el proceso” porque las siguientes historias sí que merecen la pena. Espera, y leerás. + Leer más |