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No nos habían presentado antes de forma correcta a Salvatore Ajello, es una pena, porque ha sido el hombre más adictivo de leer (después de Sergei), de toda la saga. Nos involucramos nuevamente en una disputa de territorio por parte de la Cosa Nostra en Chicago, donde se acuerda un matrimonio forzado por la paz de ambos bandos, solo que esta vez, los personajes ya se conocen con antelación y juegan mucho con la tensión sexual entre ambos, a lo largo de la trama. Milene es una mujer fuerte, orgullosa y con el carácter suficiente para manejar al sociópata que no concilia comprender su repentina obsesión por ella. Es OBSESIVA la forma en que piensa en ella a toda hora, incluso es aterradora la necesidad de tocarla y aproximarse a ella cada vez que tiene la oportunidad. No voy a hablar demasiado de esta obsesión que despertó un morboso gusto por personajes anti héroes de este tipo, pero el mismo complejo adictivo de los anteriores, se presentó en esta narrativa concisa y poco profunda de un dark romance que cumple cada una de esas placenteras expectativas. Tenemos un personaje fuera de los estándares sociopáticos que acostumbramos a leer, respetando complejos y limitaciones e involucrándolos en la trama de acuerdo a lo que se espera de él, una protagonista fuerte y valiente con una paciencia infinita para comprender el proceso de crecimiento de ambos y una historia de romantización de una relación fuera de los parámetros de lo correcto. Completamente adictiva. |
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