Aristóteles y Dante descubren los secretos del universo

Me acordé de Dante y pensé en él.
Y me pareció que su rostro era un mapa del mundo. Un mundo sin oscuridad.
Hala, un mundo sin oscuridad. ¿Podía haber algo más hermoso?

Dante se volvió un misterio más en un universo lleno de misterios.

- En realidad no estaba besando a Daniel. En mi mente, te estaba besando a ti.

A veces haces cosas, y las haces no porque estés pensando, sino porque estás sintiendo. Porque estás sintiendo demasiado. Y no siempre puedes controlar las cosas que haces cuando sientes demasiado.

Quizá era así como medias si un sueño era bueno o malo. Por la manera en que te hacía sentir.

Yo, por otro lado, tengo que abstenerme de besar al mejor tipo del universo; que es como caminar descalzo sobre carbones encendidos.

¿El amor es una competencia?
- Quizá todos aman distinto. Quizás eso es lo único que importa.

Era como si mis ojos fueran una cámara y yo estuviera fotografiando el momento, sabiendo que guardaría esa foto para siempre.

Me pregunté cómo era eso, tomarse de la mano de alguien. Apuesto a que a veces podías encontrar todos los misterios del universo en la mano de alguien.

Quería reír, y reír, y reír hasta volverme otro al reírme.