Este libro ha sido una decepción para mi, por varios motivos. El primero es la edición. El texto escrito en columnas con las imágenes incrustadas no me gusta, aunque sé que es un estilo algo extendido en el ámbito universitario. La segunda es que el autor divaga mucho, alejándose del teatro para meterse en temas más esotéricos. Además, en algunas ocasiones deja caer sus opiniones políticas, lo que creo que no viene al cuento en un libro sobre las artes escénicas. La forma de escribir es farragosa además, lo que enlantece su lectura. Cómo punto positivo dire que me han encantado las imágenes, llenas de obras artísticas de gran calidad e interés. Lo cierto es que a pesar de ello, no puedo recomendarlo |