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Al igual que pasó con Yo, Simon. Homo Sapiens. Voy a dejar a mi yo de 16 años reseñar este libro jajaja. Nos encontramos un año después de los acontecimientos ocurridos en el primer libro. Esta vez, cambiamos de narrador y conocemos a Leah. Irónica y divertidísima. Es imposible no empatizar con ella. Y descubrimos un gran secreto que nunca se supo en la primera parte. Y para mí encajó de manera maravillosa. Cuando acabé de leer Simon y descubrí que existía ya un libro sobre Leah fue una gran alegría. El personaje de Leah se me antojaba muy desconocido e interesante. Y creo que la autora lo hizo genial. Es cierto que quizás algún personaje queda algo desdibujado, como puede ser Nick. Pero la realidad es que Nick fue un personaje insulso, tanto en Simon como en Leah. Así que ingoré un poquito el tema, y disfruté mucho mucho del libro. No ha llegado al nivel de Simon, ni mucho menos. Pero me resulta irremediable empatizar más con el humor de Leah, que con el de Simon. Aunque Simon sea el personaje más mono y entrañable del universo. Ahora bien, esta manía innecesaria americana de emparejar a todos y cada uno de los personajes aunque no venga a cuento tiene que parar. No todo el mundo tiene pareja y no pasa nada. No es símbolo de final triste. En fin, salvo ese detalle de emparejar hasta al panadero de la esquina, me lo he pasado muy bien y he sido muy muy fan de la relación amorosa de este libro |
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