Galerina

Galerina ha decidido vivir su sexualidad en libertad y a su aire. Esto no sería un problema si no fuera porque interfiere tanto en su vida personal como profesional. En la primera, porque le resulta difícil mantenerse fiel a una pareja con las consecuencias que eso puede tener. En la segunda, porque no le importa si está a la caza y captura de un sospechoso, si está de vigilancia o simplemente va a entrevistarse con algún posible testigo: si le apetece no deja pasar la ocasión y aprovecha con el primero o la primera que pasa.
Ahora, en medio de un caso que exige que sus neuronas se pongan a trabajar, sigue en su línea y parece que no tiene intención de cambiar.
La protagonista es inteligente y perspicaz, sabe cómo negociar y como no dejar que quién tiene enfrente vea todos los ases que tiene en la manga.
Galerina va alternando momentos de su pasado con otros en el presente; unos narrados en primera persona y en tercera. En el pasado, es ella la que lo cuenta todo y, en el presente, se van mezclando diferentes puntos de vista con momentos de la investigación, momentos personales y otros eróticos subidos de tono y explícitos, todos ellos teñidos de sentimientos.
La narración tiene sus altos y sus bajos en la acción, adaptándose a lo que se cuenta, veremos lo lista y aguda que es Galerina, cómo ata cabos o cómo lo pierde todo en un instante por dejarse llevar por la entrepierna.
La trama de investigación me ha gustado mucho, por las explicaciones y detalles, por lo bien hilado que está todo, por las puestas en escena elaboradas, por el suspense y la intriga que van creciendo hacia el final.
También me ha permitido aprender sobre un tema que desconocía, pero que viene bien explicado y tiene su lógica dentro de la trama.
En resumen, un libro con una protagonista compleja y una trama enrevesada y de alto voltaje.