La luz después de la guerra

Ningún hombre es capaz de borrar para siempre la luz que ilumina el mundo.
Es más fácil cuidar el alma de los muertos que la conciencia de los supervivientes.

—Una de las grandes cosas del ser humano es su capacidad de aprendizaje—contestó Anton—. Explicaremos la historia a nuestros hijos, y ellos se la explicarán a los suyos, y nunca nadie podrá olvidar.

No existe hombre capaz de eliminar por completo la verdad y la belleza. El ser humano nació para crear grandes cosas, y volverá a crearlas.

El amor llega y se va cuando le conviene. Pero, a veces, un gran romance puede durar toda la vida.

Si no tenemos empatía con los demás, estamos acabados.

Desde muy pequeño, procuré enseñarle que el auténtico valor del dinero radica en destinarlo a cuidar de tus seres queridos.

Lo único que tenía que hacer era creer que cualquier cosa era posible.

Olvidar siempre resulta más fácil cuando estás en un lugar completamente nuevo.

La guerra no puede vencer al amor.

La edad no significa nada si se trata de amor.